Manos y corazones jóvenes en el campo santiaguero

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ACN - Cuba
Yaniuska Pérez Verdecia (colaboradora)
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02 Abril 2025

Santiago de Cuba, 2 abr (ACN) Cuando los primeros rayos del sol entran a raudales por la ventana, el joven Adrián Domínguez Guerra ya ha dejado atrás la comodidad de su cama, y emprende sus pasos seguros al surco. 

   En tiempos de recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos hacia Cuba y escasez de insumos, el labriego sabe la importancia de producir; entonces, los sembrados de maíz, calabaza, ají, frijol, plátano vianda y fruta son el sentido de su vida.

   Con una seriedad y disciplina en el trabajo que asombra a los de más experiencia, Domínguez Guerra tiene 15 hectáreas (ha) de tierra en usufructo, el campo es parte de su existencia. 

   Sus abuelos campesinos le inculcaron ese amor, refirió el joven de 36 años de edad, asociado de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Rafael Hernández. 

   Empezó con una hectárea y ya cuenta con 15, priorizando la entrega de hortalizas, vegetales, granos, y ahora incursiona en el sorgo (cereal), el plátano FIAHV -04 con buenos resultados, comentó.

   Desde su punto de vista, lo primero es el cumplimiento de la contratación, por lo que consideró que su ejemplo puede servir para otros jóvenes. 

   El campo no mata a nadie, dijo Adrián, eso sí, lleva esfuerzo y sacrificios, pero hay mucha satisfacción cuando acercas tus productos al pueblo; aquí está la oportunidad de contar con un terreno para cultivar lo necesario de la canasta familiar y también para su comercialización.

   Yorgenis Calderón García, otro joven guajiro, manifestó que la labor agrícola resulta una forma honesta de obtener los medios necesarios para garantizar una mejor calidad de vida.

   En su caso se desempeña en la finca familiar El Lucero, cercana a la autopista nacional, con nueve ha de tierra, en áreas de la CCS Gustavo Moll, alcanzando halagüeños resultados. 

   Del campo aprendió sobre la marcha de conjunto con los conocimientos de sus padres y las acciones de capacitación y asesoramiento recibidas en el santiaguero municipio de San Luis, las cuales le sirvieron de mucho para lograr buenos rendimientos en los cultivos varios, granos y frutas, acotó. 

   Recientemente cosecharon por segunda vez dos ha de papa destinadas al consumo social y también a la venta para la población, con buena aceptación.

   El campesino de 35 años de edad resaltó que los jóvenes constituyen el factor predominante en el desarrollo rural a mediano y largo plazos. 

   Somos la fuerza potencial para cambiar el futuro agrícola del país, sentenció orgulloso. 

   Sacarle a la tierra los frutos que hoy posee, no fue tarea fácil para Nora Lidia Galdo Serrano en sus cinco ha en usufructo y otras dos en vinculación con la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Armonía, cercanas al río Guaninicum, en el municipio santiaguero de San Luis.

   Fue una tarea titánica, expresó, pero con los ejemplos de su mamá Lilian y su abuelo Oscar, con una notable trayectoria agrícola, todo resultó más gratificante.

   La muchacha de 23 años de edad, devenida productora de cultivos varios, labora en su finca La Bendecida, que ya toma forma, mientras se alista la tierra para, en la actual campaña, sembrar maíz y calabaza. 

   Si algo distingue a Nora Lidia del resto de sus coetáneos es su sombrero, su camisa para protegerse del sol, sus pantalones de mezclilla y su vocación por el campo, esa que no se viste, pero que todos perciben.

   Nada mejor que ver los logros de tanto desvelo y sacrificios; no es fácil, tampoco imposible, y el aporte a la producción de alimentos resulta fundamental, significó.

   La orgullosa sanluisera aseguró no arrepentirse de entregar al surco sus años de juventud.

   En Santiago de Cuba alrededor de mil 994 hombres y mujeres menores de 35 años se dedican a las tareas agrícolas, incentivar la repoblación gradual del campo en la localidad y la permanencia de esa nueva generación constituye una misión para aquellos comprometidos con el desarrollo rural del país. 

   Mucho queda por hacer, recalcó recientemente George Olivares Massó, presidente del Comité Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, y señaló que en el actual escenario económico del país, la población joven presenta una clara diferencia con el campesinado de mayor edad. 

   Poseen elevados índices de calificación y formación que les permite adecuarse con más factibilidad a los avances técnicos y cambios productivos, de ahí que nos corresponda como organización atenderlos y estimularlos más, puntualizó el dirigente campesino. 

   Adrián, Yorgendris y Nora son solo tres nombres, en la provincia santiaguera existen miles de ejemplos de jóvenes que conocen y aman el escenario apacible del campo, la prisa por el trabajo y el esfuerzo diario en beneficio de mejores resultados y aportes a la economía de la nación.