Holguín, 6 nov (ACN) En medio de la fase recuperativa tras el paso del huracán Melissa, la sonrisa de Hilda Luis García ilumina la vocacional José Martí Pérez de la ciudad de Holguín, convertida en centro de evacuación para los pobladores del municipio de Cacocum afectados por las inundaciones.
Aunque aún desconoce el estado en que quedó su hogar, agradece la ayuda recibida que salvó su vida ante la amenaza del fenómeno meteorológico que provocó un golpe de agua sin precedentes en sus 60 años.
En entrevista con la ACN, Hilda expresó que se siente en paz y en familia dentro de la institución, a pesar de la incertidumbre por no haber podido visitar su casa para comprobar el estado de las pertenencias afectadas por la humedad causada por Melissa.
Ante las adversidades, reflexionó que no se debe perder la esperanza ni dejar de creer, pues la vida ha sido preservada, lo más valioso en una contingencia.
Con optimismo relató cómo los habitantes de su comunidad fueron evacuados a lugares seguros y manifestó que se siente bien atendida y como en casa dentro de la institución.
Durante los últimos siete días, la vocacional holguinera se ha convertido en su hogar junto a su hija y su nieto Abraham, de dos años de edad, y así permanecerá hasta que desaparezca el peligro de inundación en la zona poblacional.
Como ella, otros 200 residentes de ese municipio aguardan seguros en el edificio el esperado regreso a sus casas, con la convicción de que vivir es una razón suficiente para agradecer.
Cuando los daños de Melissa se vuelvan un recuerdo lejano, la sonrisa de Hilda seguirá iluminando la institución como testimonio de una cubana optimista y valiente que, en medio de la dificultad, sabe que no está sola y conserva motivos suficientes para soñar con un futuro mejor.