La Revolución en el corazón: Historia de Laureano Verdes Torres 

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto: Yoan Pérez González
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03 Mayo 2025

Nueva Gerona, 3 may (ACN) El 3 de febrero de 1960 marcó un hito en la vida de Laureano Verdes Torres, quien, con 17 años de edad, desembarcó en la entonces Isla de la Pinos/Isla de la Juventud con la peligrosa misión de infiltrarse en organizaciones contrarrevolucionarias que operaban en el territorio. 

   Tuve el privilegio de ser uno de los fundadores del G-2 —embrión de los Órganos de la Seguridad del Estado—, desde donde combatí a los enemigos de la Revolución cubana, recordó Laureano, quien con 82 años enfrenta los achaques propios de la vejez. 

   Proveniente de la Juventud Socialista Popular, su formación ideológica se transformó después del 1 de enero de 1959, cuando decidió abrazar el nuevo proyecto social liderado por Fidel y defenderla con su propia vida si fuera preciso, narró.

   Comentó que en Isla de Pinos, con la implementación de las primeras medidas del gobierno revolucionario, comenzaron a surgir movimientos contrarrevolucionarios, entre los que destacó La Rosa Blanca, organización a la que se le encomendó infiltrarse. 

   Tras la derrota mercenaria en Playa Girón, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) intensificó su apoyo a estos grupos, y Laureano fue designado como oficial operativo, con activa participación en numerosas operaciones para desarticular esos grupúsculos, refirió.

   Uno de los momentos más significativos de su trayectoria fue ser chofer y parte del equipo de seguridad personal del Comandante en Jefe Fidel Castro durante sus visitas al municipio especial. “Recuerdo con especial devoción aquellos momentos cercanos a él y las conversaciones casuales que compartimos", confesó.

   Laureano dedicó 33 años de su vida a la Seguridad del Estado, desde esa trinchera luchó incansablemente por la defensa de la Revolución. “Si tuviera que elegir, no optaría por otra vida”, afirmó con convicción.

   “Para ser un digno combatiente de los Órganos de la Seguridad del Estado, es fundamental tener las manos limpias, la mente fría y el corazón caliente. Aunque hoy se ha avanzado significativamente en tecnología y preparación académica, la esencia sigue siendo la misma: amar y defender la Revolución, incluso a costa de la propia vida”, fue su mensaje claro a los jóvenes.

   La historia de Laureano Verdes Torres es un testimonio vivo del compromiso y la pasión que han marcado una Era en Cuba, su consagración demuestra que la lucha por ideales puede ser tanto un sacrificio como un honor.