Camagüey, 4 dic (ACN) Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y vicepresidente de la República de Cuba, evaluó hoy el desarrollo del programa arrocero en Camagüey, en el cual, consideró, se requiere una mayor vinculación, contratación y control del destino de las producciones.
En ese sentido, conoció que para la actual campaña, iniciada en el mes de noviembre, se prevé la siembra de 22 mil 522 hectáreas, de ellas más de 14 mil de arroz especializado y el resto de popular, a partir del balance de agua aprobado en la provincia.
Así lo informó Jimmy Camejo Martín, director de la Empresa Agroindustrial de Granos Ruta Invasora, quien comentó que el rendimiento promedio es de 2.7 y entre las principales dificultades mencionó las limitaciones para adquirir el paquete tecnológico y el combustible.
Las primeras mil 390 toneladas (t), afirmó, deberán comenzar a cosecharse en el mes de abril, principalmente en los municipios de Vertientes, Florida, Esmeralda y Minas, identificados como los de mayores potencialidades en el programa arrocero.
Actualmente la provincia tiene una demanda de 39 mil 192 t, el potencial productivo es de 24 mil t y existe un déficit de 14 mil 282 t, añadió Camejo Martín.
En el uso racional del agua, insistió Valdés Mesa, así como en la capacitación de los productores del movimiento popular y en proveer de insumos a aquellos que demuestren una mayor eficiencia.
De igual manera, reconoció el quehacer de la citada entidad, con resultados productivos de referencia, aunque enfatizó en que todas las empresas deben tener una vocación exportadora que les permita reabastecerse para cumplir con su encargo estatal y contribuir al desarrollo económico de la nación.
Por su parte, Jorge Enrique Sutil Sarabia, gobernador de la provincia, instó a revisar las reservas de áreas en las que, a pesar de no disponer de agua, se siembra y cosecha el demandado cereal.
Se trata de una tarea estratégica, apuntó Walter Simón Noris, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, por lo que se requiere un mayor control, exigencia y rigor para garantizar la producción que demanda el territorio agramontino, incluso las provincias afectadas por el huracán Melissa.