Anelis Ramos, una guajira que no nació para la ciudad (+Fotos)

Compartir

ACN - Cuba
Oscar Alfonso Sosa Fotos del autor
62
21 Junio 2025

Trinidad, Sancti Spíritus, 21 jun (ACN) Cuando el murmullo del río Seibabo y las aves del bosque se juntan sobre las 5:00 de la mañana para anunciar el despertar en las montañas de esta localidad, Anelis Ramos Reyes, desde su finca El Puente, también abre las puertas al amanecer, con la diferencia de que se alista para escribir una página más de su historia campesina.

   Yo no nací para la ciudad, reveló a la Agencia Cubana de Noticias esta guajira que, en sus poco más de cinco décadas de vida, conoce muy bien de las bondades del lomerío, pues con dedicación, amor y vocación cultiva la tierra y recibe de ella los sustentos de la familia y lo que hoy aporta a la sociedad.

   Sus manos señalan a la fértil parición del café arábigo y robusta que ocupan par de hectáreas de la finca, a la sombra del bosque bien cuidado y manejado, una joya del asentamiento serrano de Algarrobo, en el municipio de Trinidad, sede de las actividades provinciales por el 26 de Julio en Sancti Spíritus.

   Agrónoma de profesión, con una historia de 15 años como educadora en la escuela politécnica Enrique Villegas, de su comunidad, Anelis mostró, además, las plantaciones de viandas, granos y frutales que enriquecen el escenario donde vive junto a su esposo y sus dos hijos.

   A las 5:00 de la mañana ya estoy de pie, alistando la comida para las gallinas, cerdos y ovinos y preparando las cosas del más pequeño que también estudia Agronomía en el centro donde me formé e impartí clases, refirió.

   

Después de un buen café y el desayuno, la familia se encamina a las labores en el campo, ya sea en la propia finca o en otras plantaciones de la Unidad Básica de Producción Cooperativa Enrique Villegas, a la que están vinculados.

   Hoy tenemos más de cinco mil hoyos de yuca, plátano fruta y burro y otras viandas, los frutales, el café y la comida para los animales, puntualizó, a lo cual se une un trabajo exquisito promovido en los últimos tiempos para fomentar especies de árboles maderables como el cedro.

   Mientras esboza su vida y las "riquezas" que genera la montaña, Anelis Ramos Reyes exhibe con orgullo las matas de aguacate paridas, el mango, las de naranja blanca y agria, parte de una riqueza que vamos alimentando cada día, con mucho sacrificio y amor, acotó.

   Creo que nací queriendo ser campesina y la vida me ha premiado, con mi familia unida en torno a un objetivo preciso y con este pedazo de tierra que cultivamos juntos, porque es una manera de lograr frutos y avanzar, dijo.

   Cubiertos por sacos, varios racimos de plátano esperan madurarse, cerdos y ovinos se alimentan a su antojo y los cultivos varios crecen entre la brisa del lomerío y la húmeda tierra que los afinca.

   De aquí se nutre la familia, pero, a la vez, aportamos a la comunidad y hacemos donaciones cada vez que sea necesario, porque servir a los demás es compromiso y motivación para los productores de la zona, expresó.

   A través de la cooperativa comercializamos las cosechas, recibimos el 70 por ciento de todas las ventas y, sobre todo, nos sentimos útiles entre estas lomas, acotó, es una vida que te exige sacrificio porque el transporte nos golpea y tampoco encuentras acá arriba los recursos como antes.

   Pero aquí seguiré, siempre pegada a la tierra, cultivando, criando, aportando desde este escenario que me ha atrapado y me oxigena, resaltó, y nuestra meta es hacer parir la tierra cada día más, cuidarla y protegerla, que nunca falte la mano sabia para atender al bosque, con sus maderas preciosas y sus frutales, los cafetales, porque reitero, esta guajira que se siente realizada, no nació para la ciudad.