Ciego de Ávila, 30 jul (ACN) Proyectos investigativos encaminados a la adaptación y mitigación del cambio climático, la reducción de riesgos de desastres, el cuidado de los recursos naturales y el logro de la soberanía alimentaria, avanzan en el Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (CIBA) de Ciego de Ávila, institución con 32 años al servicio del desarrollo sostenible en Cuba.
Yamilé Jiménez Peña, directora de esa entidad, patentizó, en declaraciones para la Agencia Cubana de Noticias, el compromiso de ese centro científico con la implementación de proyectos y la prestación de servicios científico-técnicos que responden a prioridades de la provincia y el país.
En el destino turístico Jardines del Rey logran resultados satisfactorios en estudios sobre el comportamiento de las comunidades de reptiles en la Reserva Ecológica Centro y Oeste de Cayo Coco, así como en la rehabilitación de ecosistemas dunares para promover un turismo sostenible.
El Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila (GHNCA), declarado Sitio Ramsar desde el año 2002 por sus valores de relevancia internacional, constituye otra de las áreas donde intervienen con una iniciativa que combina una gestión ambiental integradora, la adaptación al cambio climático y la reducción de riesgo de desastres.
Jiménez Peña enfatizó en el significado del GHNCA, cuya Junta Coordinadora se activó recientemente desde el Gobierno Municipal del Poder Popular en Morón, lo que permitirá avanzar en proyectos nacionales e internacionales que garantizarán la preservación y el manejo eficiente de ese gigantesco reservorio de recursos naturales.
Como parte del programa que se implementa en la actualidad, exhiben resultados como la caracterización en el área del peligro de desastres por intensas lluvias, fuertes vientos y sequía, además del desarrollo de una estrategia del sector hidráulico para afrontar algunos de estos fenómenos ambientales.
También incursionan en el desarrollo de tecnologías para producir girasol, mediante el empleo de microorganismos autóctonos benéficos y otros biofertilizantes en diversas fincas del territorio, donde aumentan los rendimientos en ese cultivo, contribuyen a preservar los suelos con prácticas agroecológicas y fortalecen las capacidades al vincularse con centros científicos y la universidad avileña.
A nivel de laboratorio desarrollan tecnologías que responden a un proyecto de biodigestores como herramientas para el tratamiento de residuos orgánicos y la formación en procesos agroindustriales.
Con más de tres décadas de labor, el CIBA desarrolla proyectos de investigación científica e innovación tecnológica y actividades de interface que contribuyen a la conservación de la biodiversidad, la adaptación al cambio climático y la promoción de un desarrollo sostenible y equitativo, explicó Jiménez Peña.
El centro, además, comercializa servicios científico-técnicos y productos con alto valor agregado que responden a expectativas de los clientes y al desarrollo de soluciones sostenibles e innovadoras.