Un día más para sumar al esfuerzo previsor de accidentes

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Lucilo Tejera Díaz
1001
11 Noviembre 2015

   accidentes tránsitoEn 2005, la Organización de Naciones Unidas (ONU) invitó a todos los países a dedicar una jornada cada año a rendirle homenaje a las personas que murieron o resultaron heridas  por vehículos en la vía pública.
   De tal forma que el tercer domingo de noviembre quedó instituido el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de los Accidentes de Tránsito y sus Familiares, en un esfuerzo por reducir las muertes y lesionados, a la vez que ofrece una oportunidad de señalar la devastación económica y emocional causada por estos sucesos violentos.
   Cuba se suma activamente en la intención por disminuir de numerosas maneras, sobre todo en la educación vial, su correcta práctica y la señalización, hechos como estos, dolorosos para el ser humano involucrado en ellos y para sus familiares.
   La alta frecuencia en la ocurrencia de accidentes en vehículos de transportación masiva, con el triste resultado de muertes, lesionados y traumas  físicos y síquicos, se ha convertido en los últimos años en la Isla en una situación peor para las personas que el paso de un huracán.
   El pasado 10 de octubre la población cubana se impactó por la trágica consecuencia del vuelco en la carretera Camagüey-Santa Cruz del Sur de un camión privado con decenas de pasajeros a bordo y su inmediato choque con unos muros de concreto en la orilla de la vía, con el fallecimiento en el acto de 12 seres humanos y otros cuatro horas después cuando eran atendidos en un hospital.
   Como causa del hecho se señaló la violación de las disposiciones para la circulación de estos automotores destinados a transportar pasajeros, el exceso de velocidad y realizar el adelantamiento indebido a un equipo similar dedicado a iguales propósitos.
   Las dificultades para la transportación de personas por medios estatales y el auge del cuentapropismo auparon que camiones en manos de privados se convirtieran con rapidez en vehículos para tal trasiego en ciudades y a mayores distancias por una sencilla razón: da amplias ganancias monetarias.
   Pero a la luz de lo que muestra la realidad, urge poner en práctica disposiciones de control que den seguridad a los pasajeros. Como los de cualquier otro medio de transportación masiva de personas, también estos conductores deben regirse por la velocidad indicada y el tiempo empleado en los tramos, y ,además, aplicar con severidad el reglamento y el castigo a los violadores de lo establecido.
   Las autoridades del transporte, la policía y demás funcionarios encargados de velar por todo esto deben ser inflexibles con ese desorden que trae a la sociedad tan dolorosas consecuencias cuando la irresponsabilidad, la negligencia y la tolerancia llevan a tanto daño.
   Basten estos datos de lo ocurrido en Cuba de 2011 al primer semestre del actual año, según datos brindados a la AIN por la Dirección Nacional de Tránsito de la Policía Nacional Revolucionaria, para comprender la gravedad de la situación: ocurrieron 217 accidentes masivos que ocasionaron la muerte a 342 personas y lesiones a otras tres mil 359.
   En este Día Mundial en recuerdo de las víctimas de los accidentes de tráfico es bueno conocer que de 2008 a 2014, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, en el país se produjeron 67 mil 570 sucesos de este tipo en diferentes vehículos, con el trágico resultado de cuatro mil 429 fallecidos y cerca de 49 mil heridos.
   Cuántas vidas segadas, entre ellos un niño, cuántos heridos con secuelas físicas quizás para el resto de sus existencias, cuánto dolor, cuánto sufrimiento. ¿Por qué, para qué?