¿Será que despierta la Ciudad Dormida?

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Roberto Jesús Hernández Hernández | Foto archivo
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15 Marzo 2017

Matanzas, por excelencia la ciudad neoclásica de Cuba, parece más cerca que nunca de lograr el tan ansiado sueño de su “renacimiento” cuando se aproxima el aniversario 325 de su fundación, ahora gracias al abarcador programa de rehabilitación integral.

Matanzas, por excelencia la ciudad neoclásica de Cuba, parece más cerca que nunca de lograr el tan ansiado sueño de su “renacimiento” cuando se aproxima el aniversario 325 de su fundación, ahora gracias al abarcador programa de rehabilitación integral.
Varios son los proyectos que, amparados en el llamado Programa 325, pretenden realzar la prestancia de la llamada Atenas de Cuba como urbe patrimonial, desde la zona priorizada para la conservación de su Centro Histórico, Monumento Nacional.
A decir de Leonel Pérez Orozco, Conservador de la Ciudad, el mes de marzo representará un punto de inflexión en la dinámica citadina, pues el transeúnte podrá apreciar un auge constructivo sin precedentes con el avance de importantes obras, amparadas en un presupuesto de 10 millones de pesos en moneda total.
Desde el soterrado de redes en la céntrica calle Medio, principal arteria comercial que se convertirá en corredor peatonal, hasta los trabajos en la fundacional Plaza de La Vigía, los aires de cambio devolverán su belleza y funcionalidad a los espacios y edificios públicos de la también denominada Ciudad Dormida.
En pleno siglo XXI surge la oportunidad de responder al prolongado reclamo de los matanceros, ávidos de salvar y compartir lo más preciado de su patrimonio cultural, que incluye el segundo Centro Histórico más extenso del país, y un trazado urbano reconocido entre las maravillas de la arquitectura civil cubana.
También la propia sede de la Oficina del Conservador, el antiguo edificio de la Aduana luego convertido en Palacio de Justicia, encarará próximamente un remozamiento para devolver el lustre a la primera obra neoclásica de gran envergadura construida en Cuba.
La cuna del danzón y la rumba, -esta última declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad-, se prepara para abrirse, enhorabuena, al mundo, como un tercer enclave turístico de importancia entre los polos de La Habana y Varadero, a partir de un enfoque económico sostenible.
Aunque cautelosos por los descalabros del pasado, los habitantes ven con buenos ojos el Programa de rehabilitación, que ya da frutos con el avance en la restauración capital del teatro Sauto, Monumento Nacional, el cual reabrirá sus puertas este año tras una larga espera para los amantes de la escena.
Revertir décadas de deterioro en la “acrópolis” de la Atenas de
Cuba será solo el punto de partida en el ciclo de su preservación, porque a las generaciones presentes y futuras corresponderá salvaguardar esa que la cantautora cubana Marta Valdés llamó “la ciudad que le faltaba al mundo”.