“La Federación de Mujeres Cubanas ha marcado definitivamente mi existencia”, afirma Esperanza González Artemán, veterana dirigente de la organización en Guantánamo, como respuesta a una interrogante periodística.
Se comprende: cómo hablar en pocas palabras del simbolismo del certificado que por más de 30 años de dedicación a la causa femenina acaba de darle su pequeña nieta, excepcional portadora del sorpresivo reconocimiento que le prepararon sus compañeras de la FMC. Se trata de la historia de su vida.
Ensimismada recibe la pregunta y replica lo que quiere, para luego argumentar: “es que estoy mirando, desde este diploma, más de tres décadas de hacer Federación, desde 1968, cuando con 14 años me sumé a esta legión. No saque más cuenta, por favor.
“Tras este certificado hay mucha historia, en mi caso marcada por la inolvidable Vilma Espín, a quien con su delicadeza, exquisito trato y tanto amor, conocí en Caimanera, donde algo sorprendida me dijo “¡ay!, qué jovencita tú estás”.
Nunca lo ha olvidado, rondaba entonces los 20 años y era la secretaria general de la FMC en la zona, donde Estados Unidos, con su ilegal base, mancha la geografía cubana.
Confiesa su placer cuando recibió, años atrás, la Orden Ana Betancourt, de manos de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido; y luego la Distinción 23 de Agosto, pero insiste en que “este sencillo certificado me enorgullece tanto como aquellos honores, porque en él me va la vida".
La entrevista deviene recuerdos de glorias escritas por las guantanameras, sus luchas por la incorporación al trabajo, la participación en faenas agrícolas, y la presencia de Vilma en la creación de la espectacular brigada cafetalera “Tania, la Guerrillera”, de un colectivo de macheteras y del primer Centro de Orientación a la Mujer y la Familia del territorio oriental.
“Fueron momentos excepcionales junto a la Presidenta de la FMC en los cañaverales, llanos y serranías de la provincia, donde llegamos a tener organizadas 800 féminas en faenas cañeras… cuando se hable en Cuba de mujer trabajadora, técnica, profesional, combatiente, dirigente… habrá que hablar de La Federación”, sentenció quien también dirigió a las féminas del municipio de Guantánamo.
“Fue maravilloso el nacimiento de la Federación de las manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y la Heroína de la Sierra y el Llano aquel 23 de Agosto de 1960, a solo un año del triunfo de la Revolución. Aquellas mentes preclaras materializaron el axioma martiano al ungir la obra con la miel del cariño de las cubanas, cultas y virtuosas, para hacerla inmortal.
“La Federación es una escuela formadora de cuadros, capacitados integralmente para atender a la familia y encarar las múltiples y disimiles tareas planteadas por la Revolución, que como ayer, cuenta hoy con el acompañamiento de sus mujeres en las transformaciones que inducen los Lineamientos de la Política económica y Social aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba”.
Ariel Soler Costafreda
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22 Agosto 2014
22 Agosto 2014
hace 10 años