Pupy: una cuidadora de la infancia

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ACN - Cuba
Roxana Valdés Isasi | Foto de la autora
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31 Mayo 2025

    A Nersis Camaraza Terciado en Unión de Reyes, cabecera del municipio homónimo en la provincia Matanzas, los vecinos la conocen como Pupy. Basta preguntar por esta señora de pelo blanco y pequeña estatura para que la reconozcan como la cuidadora de niñas y niños hace más de medio siglo.

   Su historia es la de una vida entregada a la niñez.

   Pupy comenta con la mirada llena de recuerdos que su mamá tuvo 14 hijos y la situación por aquellos tiempos era difícil, desde los 11 años la necesidad la llevó a cuidar pequeños en Matanzas; al tener tan corta edad no entendía el porqué debía trabajar, solo tenía claro que su objetivo consistía en ayudar en la crianza de sus hermanos.

    La vida no le permitió continuar con sus estudios en la infancia, pero nunca perdió las esperanzas de un día lograr su sueño. Después del triunfo de la Revolución regresó a la escuela y terminó el duodécimo grado, en ese entonces le propusieron trabajar de auxiliar pedagógica y comenzó en la escuela Arturo Montoro, del antiguo central Juan Ávila; y relata orgullosa cómo se convirtió en figura clave dentro del equipo educativo.

     Junto a las demás auxiliares Pupy creó un ambiente lleno de risas, conocimiento y aprendizaje para las niñas y los niños, además relata que tenían una habitación llena de juguetes y adornos hechos por ellas mismas, su creatividad y entrega la convirtieron en mucho más que una cuidadora: fue amiga, maestra y cómplice de la alegría de los infantes.

    A los 47 años de trabajo situaciones de salud la obligaron a retirarse de su puesto laboral, pero no renunció al amor por los pequeños. Con las oportunidades del trabajo por cuenta propia, su casa se transformó en el hogar de los pequeños del barrio, sobre todo porque sus madres no tenían el autorizo del círculo infantil y necesitaban comenzar en sus trabajos.

    Desde el inicio confiaron en su capacidad para cuidar a los pequeños para su entrada al preescolar. Su hogar resulta un mundo de juegos, canciones y aprendizajes desde los dos y hasta los cinco años.

   Danesa Castillo Dorta es una de las progenitoras que le confía su hijo a Pupy, y afirma que la longeva cuidadora cuenta con la experiencia y el amor para enseñar e inculcar a su pequeño Reiner los valores y el cariño que aprenden en esta hermosa etapa.

   Con 77 años de edad, Pupy continúa en el cuidado de niñas y niños, ahora solo con tres. Exhibiendo su pícara sonrisa, resalta que aún tiene fuerzas y, sobre todo, vive orgullosa de su trabajo, su mayor alegría consiste en verlos crecer, que aprendan y regresen a saludarla con el mismo cariño de siempre.

   Los días no los concibe sin mimos y travesuras, sin risas y llantos, "aunque sean dos, o uno, tengo que cuidar a los muchachos", dice.

   En Unión de Reyes, la infancia tiene una defensora consagrada: Pupy, una mujer cuidadora de los sueños de los más pequeños.