Por la red de redes llegan las noticias de la celebración hasta este jueves 16 de mazo de la Feria Internacional Seatrade Cruise Global”, en Fort Lauderdale (sureste de Florida), la mayor del mundo de la industria de los cruceros.
En particular un cable de la hispana agencia EFE da cuenta de la presencia en esos predios de más de 700 empresas e instituciones de 93 países, con una cobertura de prensa a cargo de cientos de medios de comunicación y más de 10 mil personas registradas para su salón expositivo.
Al parecer todo allí es en grande y tampoco podían quedarse detrás otras cifras: con una inversión de casi siete mil 500 millones de dólares, 2016 fue un nuevo año de crecimiento para esta actividad, con más de 10 nuevos grandes barcos surcando los mares y los principales astilleros del mundo a pleno rendimiento.
Con tal alcance de inmediato pensamos en cuántas posibilidades tan cercanas y distantes a la vez para el Destino Cuba, que últimamente ha visto ascender en sus predios tal modalidad- incluso con procedencia de la propia Norteamérica-, aunque no en la magnitud requerida ni soñada, puesto que los sueños en tal dirección tienen sus cotas.
Empezaremos porque nuestra infraestructura todavía dista de estar en ese campo alistada para una avalancha de buques y clientes, y que, aunque mencionados al final, no son los menos importantes, pero existen otros muros -no solo es el de México- como el intacto bloqueo comercial, financiero y económico de
EE.UU. con más de media centuria en su genocida haber y que prohibe a los norteamericanos viajar a la Isla como turistas.
Por eso el vecino evento náutico no significará, precisamente, más cruceros para la Mayor de las Antillas, donde la novedad continúa siendo un indicador para que muchos ojos sigan puestos hacia este rumbo, justo al sur inmediato.
No en balde, entre las proyecciones del Ministerio de Turismo a corto y largo plazos aparece la náutica como una de las prioridades, a sabiendas del potencial natural con que cuenta el
archipiélago y su envidiable posición geográfica, también conocida- y no por gusto- como la Llave del Golfo.
Por las inversiones necesarias, la competencia, la existencia de propietarios de compañías, barcos, rutas y viajeros interesados; y el asumir retos de tamaña envergadura, pasa sin lugar a dudas el tránsito en la Isla de esta variante del ocio, que ha constituido por cuatro jornadas el centro de la referida magna feria, donde compradores, proveedores, expositores y representantes de puertos de todo el mundo programaron sus citas de trabajo en el recinto ferial del Broward County Convention Center de Fort Lauderdale, a unos 46 kilómetros al norte de Miami.
Pero poniendo los pies en la tierra, su desarrollo casi en nuestro patio trasero no tendrá mucho eco
para nosotros. Con una pregunta y una respuesta admirativa podemos concluir el comentario:
Luz Marina Fornieles Sánchez
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16 Marzo 2017
16 Marzo 2017
hace 8 años