Marzo de 1959: intervención de la Cuban Telephone Company

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ACN - Cuba
Jorge Wejebe Cobo | Foto: Archivo
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01 Marzo 2024

 Hace 65 años, el 3 de marzo de 1959, a pocas semanas del triunfo de la Revolución, fue intervenida la Cuban Telephon   e Company, consorcio norteamericano de la International Telephone and Telegraph Company (ITT), que controlaba el servicio telefónico  casi desde el establecimiento de esa tecnología en el país.

  Tal medida del Gobierno Revolucionario no fue gratuita y respondió a un viejo anhelo de lucha del pueblo cubano contra la explotación imperialista  de los servicios básicos de la nación.

   Años después, por documentos desclasificados del gobierno de EE.UU.  se conoció que la ITT formó parte del frente de compañías e intereses estadounidenses establecidos en Cuba  que apoyarían económicamente y con sus recursos a funcionarios e instalaciones, en lo que constituyeron  las primeras acciones encubiertas de la CIA aplicadas desde el propio 1959 contra el joven proyecto social cubano.

   Esa compañía, además, resulto responsable del que quizás resultó el  último agasajo y apoyo público a la dictadura,  cuando directivos  junto a otros representantes de empresas de esa nación le regalaron a Fulgencio Batista  un teléfono de oro macizo, como agradecimiento por apoyar ese monopolio  mediante el Decreto presidencial del 13 de marzo  de 1957 relacionado con el aumento de las tarifas telefónicas.

   Inclusive aquella autorización, viejo anhelo de la ITT,  no fue aplicada por los gobiernos anteriores cubanos  por temor a una reacción popular y de los sectores progresistas de la sociedad.  Durante la dictadura batistiana,  la Cuban Telephone Company disfrutó de total impunidad y nunca rindió cuentas por sus abultadas ganancias.

   Aquel acontecimiento de la entrega del teléfono de oro, actualmente pieza del Museo de la Revolución en la capital, lo conoció el mundo al ser  retomado en la película El Padrino, segunda parte, para  representar la condición de semi colonia que era Cuba  en esos años, junto a la imaginativa escena en la que los principales jefes mafiosos se sirven en porciones un gran pastel con la figura de la Isla.

   Pero más allá de la versión fílmica, la historia del control de las comunicaciones telefónicas en laIsla por esa compañía sobrepasa cualquier ficción.

   En 1927, la American Telephone and Telegraph Company, antecesora de la  ITT, inauguró el que sería el edificio más alto de La Habana su sede en la calle Águila número 56, esquina a Dragones, y desde entonces   tuvieron el control total del sistema telefónico en Cuba y su desarrollo por más de 30 años.

   A partir de ese momento, la referida entidad estadounidense decidió bajar frecuentemente los salarios de los trabajadores, provocando huelgas y desde finales de los años 40 deterioró progresivamente el servicio, alegando que le sería imposible disponer del capital necesario para garantizarlo si no se le permitía subir las tarifas.

   También aplicó otros métodos para dividir el movimiento obrero y sindical creando grupos con algunos privilegios, como sueldos más altos, para conformar un limitado sector que se llamaría aristocracia obrera. Sin embargo, esto resultó inútil al triunfo de la Revolución cuando la inmensa mayoría de los obreros y técnicos de base apoyaron decididamente la intervención y demás medidas radicales.

   La intervención de la Cuban Telephone Company fue solo el antecedente de su  nacionalización el 6 de agosto de 1960, junto a otras compañías estadounidenses, anunciada por el máximo líder de la Revolución Fidel Castro como digna respuesta a las primeras medidas agresivas y de asfixia económica que inicio la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero que durante más de 60  todavía sufre Cuba.