Sancti Spíritus, 7 dic (ACN) Florinda Quintanilla Núñez dijo hoy, en esta ciudad, que aún llora a su hijo Remigio Díaz Quintanilla, fallecido en Angola el 19 de abril de 1984, víctima de un atentado terrorista.
Remigio se encontraba en el país africano como constructor y, junto a otro grupo de sus compañeros, perdió la vida en Huambo, a consecuencia de la explosión de una bomba colocada por miembros de la Unión Nacional para la Independencia Total del Angola (UNITA) frente al edificio donde residían los colaboradores civiles cubanos.
Él era muy cariñoso, alegre y familiar, expresó entre lágrimas su progenitora, una anciana que a pesar de sus 91 años de edad conserva buena memoria y habla con lucidez.
Como cada siete de diciembre, la familia de Díaz Quintanilla asiste a la peregrinación que tiene lugar en la necrópolis de la localidad de Sancti Spíritus, al igual que en toda Cuba, para rendir tributo a los caídos en misiones internacionalistas, sobre todo en países de África.
Elda Díaz Quintanilla siente orgullo de su hermano porque murió en la noble misión que desempeñaba en la tierra de Agostinho Neto, en la cual unos 400 mil combatientes o colaboradores civiles cubanos prestaron auxilio en momentos difíciles y, aunque más de dos mil no sobrevivieron a la victoria, fecundaron con su sangre el suelo angolano.
De Angola nos llevaremos la entrañable amistad que nos une a esa heroica nación y el agradecimiento de su pueblo y los restos mortales de nuestros queridos hermanos caídos en el cumplimiento del deber, expresó en diciembre de 1976 el General de Ejército Raúl Castro -entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En 1989 y mediante la denominada Operación Tributo, se trasladaron a la Patria los restos de los cubanos caídos en misiones internacionalistas en países de África para ser sepultados en la tierra que honraron y en la que cada año, en peregrinación hacia los panteones erigidos a nivel de municipio, se les rinde homenaje póstumo.
Se escogió el siete de diciembre por coincidir con la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro pero del año 1896, con lo cual también se evoca la actitud de esos dos héroes de las gestas mambisas cubanas.