Los derechos de la mujer: conquistas y deudas por saldar

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ACN - Cuba
Orlando Ruiz Ruiz | Foto: Archivo ONU
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22 Agosto 2025

   Este 23 de agosto, justo en el año en que Cuba celebra el sexagésimo aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el mundo conmemora los tres decenios de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada a instancias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Beijing, en 1995, y devenida hito trascendental en el reconocimiento a la defensa de los derechos femeninos en el nivel global.

   A inicios de 2025 registros estadísticos de la ONU revelaban que las mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto, también la mitad de su potencial, pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social.

   Según un informe conjunto de la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, a 30 años de la Declaración de Beijing, los datos evidencian que la igualdad de género en la política global sigue siendo más promesa que realidad. Por ejemplo: Los avances en representación femenina en cargos de liderazgo político no solo han sido lentos, sino que en algunos casos han retrocedido.

   En 178 países continúan existiendo barreras jurídicas que impiden la plena participación económica de las féminas. En el nivel mundial, casi dos mil 400 millones de ellas no tienen los mismos derechos económicos que los hombres.

   Uno de los mayores desequilibrios que persisten en esta materia es que casi la mitad de la población femenina con más de 15 años de edad permanece económicamente inactiva, mientras en algunas regiones la diferencia es mayor aún, con menos de cuatro mujeres económicamente activas por cada 10 hombres empleados.

   Ellas ganan un 23 % menos que los hombres en el mercado laboral y dedican el triple de horas al trabajo doméstico y al cuidado no remunerado. La violencia y la explotación sexuales, el reparto desigual del trabajo y la discriminación en los cargos públicos siguen suponiendo enormes obstáculos, denuncia ONU Mujeres.

   En contraste con esas realidades, las cubanas pueden festejar con sobradas razones las incontables conquistas alcanzadas a partir del triunfo de la Revolución -que superan con creces los acuerdos adoptados en 1995 en Beijing- a pesar de las privaciones que han causado -y provocan hoy con mayor intensidad- más de 60 años de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, sumados a los efectos de la crisis que agobia en el presente al país en todos los ámbitos.

   La creación de la (FMC), el 23 de agosto de 1959, entre otras decisivas medidas del Gobierno Revolucionario, propició la existencia de oportunidades a las que nunca antes ellas habían accedido.

   Hoy las cifras hablan por sí solas: las féminas representan en Cuba alrededor del 50 % de la fuerza laboral, cerca del 65 % de los técnicos y profesionales y casi la mitad de los parlamentarios y de los integrantes del actual Comité Central del Partido.

   No obstante, esos logros, hoy perviven concepciones sexistas y no pocas manifestaciones de violencia de género. De ahí que el gobierno cubano y todas sus instituciones no cejen en la batalla por la erradicación de los vestigios que entorpecen la total igualdad el pleno ejercicio de los derechos de personas de uno y otro sexo.

   Prueba de lo anterior es la existencia del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), aprobado hace cuatro años por el Decreto Presidencial 198/2021.

   Al respecto el presidente Miguel Díaz-Canel ha expresado: “El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres es una estrategia que resume el sentir y la voluntad política del Estado cubano, y constituye la piedra angular en el desarrollo de políticas a favor de las mujeres, al tiempo que da continuidad al avance y desarrollo de la igualdad de género, en tanto institucionaliza este derecho.

   En este proceso emancipador, de avance de la mujer, un importante obstáculo ha sido el bloqueo de los EE.UU. contra Cuba. Si un sector social ha sufrido esta agresión permanente es el femenino, que no ha podido aprovechar todas las oportunidades que ha abierto la Revolución.

   El Programa de Adelanto de las Mujeres es como el camino para alcanzar todo el derecho. Es este un mecanismo imprescindible para promover la igualdad de género, que es algo que tenemos que continuar defendiendo…”, indicó el mandatario.

   Su implementación promueve acciones más integrales y efectivas para la prevención y eliminación de manifestaciones de discriminación y violencias contra las mujeres y otros rezagos de la sociedad patriarcal que solo el socialismo y la Revolución cubana han podido ir conjurando, aunque falta mucho por hacer.

   Pero el Programa no ha sido el único paso dado en los últimos tiempos a favor de los derechos femeninos. En el ámbito legal existe una Estrategia Integral de Prevención y atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar, que se articula con otras legislaciones aprobadas durante la etapa como el Código de las Familias, la Ley de Salud Pública y el Código Penal.

   De igual manera, un grupo de resoluciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y del Ministerio de Educación ampliaron la protección a la maternidad y regularon los servicios de cuidado en la primera infancia. De este modo, la sociedad socialista trabaja por lograr que las mujeres sean cada día más la justa mitad de todos los derechos conquistados.

   Díaz-Canel lo ha dejado claro: “Independientemente de la obra emancipadora de la Revolución a favor de la mujer, todavía nos quedan brechas, lugares oscuros, en los que tenemos que trabajar”.