Isla de la Juventud: aquel día de junio con Fidel

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Ana Esther Zulueta| Foto Roberto Díaz Martorell| ACN
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29 Junio 2016

Dulce Serra Galván, primera directora de la Escuela Secundaria Básica en el Campo 14 de Junio, en isla de Pinos, hoy municipio especial Isla de la Juventud, inaugurada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el 29 de junio de 1971, a 45 años recuerda el suceso.

"Como un digno homenaje al general Antonio Maceo, como un homenaje al Che, llamémosle a esta primera escuela, digno de su ejemplo, digno de su historia y digno de lo que quisieron para nuestra patria, escuela “14 de Junio”.
Fidel Castro Ruz. Isla de Pinos, 29 de junio de 1971.

Esa jornada vespertina, amenazada por la lluvia, marcó el inicio de la revolución educacional de la otrora Isla carcelaria, cuando se inauguró la primera de 61 Escuelas Secundarias Básicas en el Campo (ESBEC), con la vinculación estudio-trabajo, como apotegma marxista martiano.

Luego de 45 años, la ACN llega hasta el apartamento sito en Nueva Gerona, donde reside Dulce Serra Galván, primera directora de aquella novedosa experiencia, para conocer cómo y por qué llegó a “14 de Junio”.

La testimoniante abandona por unos segundos la sala y regresa con unos documentos, amarillos por el paso del tiempo. Todos corroboraban que estaba frente a la persona correcta.

Trabajaba en Guanabacoa y llegué a la entonces Isla de Pinos por un viaje de estímulo; en ese momento me propusieron trabajar aquí y al aceptar me asignaron la responsabilidad de dirigir el internado de Pino Alto “Forjadores del Futuro”, donde se concentraban todos los niños de sexto grado y de secundaria básica.

Mientras registra los documentos en busca del original de una foto, narra que por ese tiempo se construía la pionera escuela en el campo, la quinta de Cuba, y se decidió que la matrícula inicial fuera con los estudiantes de Pino Alto, junto a sus profesores, y ella como directora al frente de los procesos.

¿Cómo se enteraron de la fecha de la inauguración?

“Todos pensábamos que el 14 de junio era buena fecha para inaugurar la escuela. Pero pasaron los días y no se concretó nada. Los muchachos se esmeraban en cuidar la ropa de cama que por los colores amarillo, rosado, verde y blanco distinguían los diferentes cubículos, cuenta como si reviviera cada detalle.

Hasta que al fin el día 28 de junio escuchamos por la radio que Fidel estaba inaugurando la ESBEC Turcius Lima, la segunda de su tipo en La Habana. Allí dijo: "Mañana vamos para Isla de Pinos a inaugurar la primera escuela en el campo de esa región".

Imagínese cómo fue aquello -agita las manos-,  ahí mismo se formó el corre, corre. ¡Qué noticia, y conocida por la radio!

Por fin el ansiado día. “Todos los estudiantes estaban formados a la entrada de la escuela para recibir a Fidel. Cuando de repente nos enteramos de que él apareció por el lado contrario. De repente alguien gritó ¡Míralo ahí!

Trasladamos rápido a los estudiantes para el lado contrario. Ya se estaba bajando del jeep. Una locura, narra.

Venía Fidel de la presa Vietnam gratamente impresionado, lo manifestó después en su discurso: "En el día de hoy tuvimos la oportunidad de visitar (…) el centro de recreación Vietnam. Y ciertamente el lugar es muy bonito. Ya tienen allí un número de botes, y piensan poner allí 200 botes de remos (…). Hay una cafetería. Y es realmente precioso".

¿Qué recuerda del momento en que se dirigió al público?

“Recuerdo que en el área deportiva, donde se realizó el acto, parecía que estaba concentrada toda la población pinera.

“Cuando voy a leer no alcanzo al micrófono. Fidel se levanta y trata de arreglar la situación. Le indica al locutor Manolo Ortega que me alcance una silla para que subiera a ella. Entre los dos me ayudaron y leí mi “discursito”, sonríe.

¿Qué sintió?

“¿Qué sentí… para qué hablar de eso? Imagínese mi discurso lo había revisado Belarmino Castilla Más, entonces ministro de Educación, pero cuando empecé a leer, por el nerviosismo, todo aquello me parecía un gran disparate, hasta que poco a poco me fui calmando. Pero fue un momento difícil, dice contrariada.

“No obstante el recuerdo es tan lindo, que me gustaría desearle a Fidel 90 años más de vida”.

Así la ACN se despide de esta septuagenaria mujer, junto a la cual recordamos ahora aquel día de junio con Fidel.