¡Hay danzón para rato!

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Bárbara Vasallo Vasallo
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30 Diciembre 2016

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Miguel Faílde Pérez (1852-1921). Compositor cubano. Autor del famoso danzón "Las Alturas de Simpson", cuya fórmula se impuso como preferida, por lo que es considerado el creador del género.

Historiadores y musicólogos coinciden en afirmar que la fecha oficial del estreno de las Alturas de Simpson, danzón del compositor Miguel Faílde (Matanzas 1852-1921) fue el primero de enero de 1879, en el entonces Liceo Artístico y Literario, hoy Sala de Conciertos José White, de la ciudad conocida como Atenas de Cuba.

Pero en la calle de Capricho, esquina a callejón de Gumá, en la urbe de los ríos y los puentes, bien saben los que hoy ven en ruinas a la Quinta Luna, casona colonial de cuyo esplendor también hablan muchos, que el 31 diciembre de 1878, Miguelito Faílde tocó allí el afamado ritmo que se convirtió después en el baile nacional de Cuba.

Estudiosos alegan que el nombre es una muestra más del "tremendismo" tan afín a los habitantes de esta Isla: la Contradanza Cubana, al adquirir caracteres cada vez más criollos y afroides se convirtió en Danza Cubana; luego esta, al aumentársele el tiempo asignado para el baile, al crecer en sus formas, se transformó, lógicamente, en ¡ DANZÓN!

La ciudad de Matanzas adoptó el sobrenombre de Atenas de Cuba en la segunda mitad de la década del 50 del siglo XIX, debido a su desarrollo económico y cultural, las tertulias de Domingo del Monte, el surgimiento de la Biblioteca Pública, el propio Liceo Artístico y Literario, y la fundación del teatro Sauto.

Es por esa etapa en que Faílde estrenó el Danzón, género que causó extraordinario impacto entre los bailadores, quienes elogiaban al músico y lo obligaron a repetir la pieza una y otra vez.

Las Alturas de Simpson cobró auge entre los amantes de la música y fue un tema que rindió homenaje a uno de los barrios más populares de la urbe, justamente donde residía su autor.

Surgieron luego otros temas de Miguelito y otras agrupaciones danzoneras hasta hoy, cuando suelen reunirse orquestas y bailadores para celebrar el evento Cubadanzón y reconocer que el ritmo, a pesar de los años, no pierde vigencia.

En Matanzas, el flautista Ethiel Fernández Faílde, tataranieto de Miguel, y estudiante del Instituto Superior de Arte es actualmente el más joven director de orquesta de Cuba y lleva el danzón a escenarios abiertos y salas de concierto con total aceptación del público.

Ethiel en varias oportunidades confesó que uno de los propósitos de la agrupación que dirige es incorporar nuevos timbres, conceptos, sonoridades contemporáneas, lograr una revolución del género sin perder su esencia.

Y por ahí anda, con sus escasos veinte y tantos años, al frente de un grupo de jóvenes que incluyeron también en su repertorio la pieza cumbre del tatarabuelo, tal vez vestidos y peinados diferentes, ahora con audios y micrófonos, pero con la premisa de que ¡hay danzón para rato!