El 26 de febrero de 1959 pasó a la historia como un hecho inolvidable para Holguín, pues en esa fecha, a solo 56 días del triunfo de la Revolución Cubana, Fidel Castro visitó a esta ciudad cumpliendo, como él mismo dijera, uno de sus compromisos con el pueblo del oriental territorio.
La histórica cita tuvo lugar desde los balcones del museo de La Periquera, en el casco histórico de la urbe donde el líder de la Revolución Cubana pronunció su primer discurso después del triunfo de la Revolución en la capital holguinera.
En aquel memorable encuentro Fidel expresó: "Tengo un sentimiento que no había podido demostrar, tenía un deseo que no había podido cumplir, el deseo de visitar y reunirme con el pueblo de Holguín.
No pude hacerlo en los primeros días de la victoria revolucionaria, porque tenía necesidad por motivos revolucionarios de llegar a la capital de la República, pero esta vez que vine a clausurar un congreso campesino en la ciudad de Santiago de Cuba, no pude marcharme de Oriente, con el deseo de visitar a esta noble y heroica ciudad de Holguín".
En esa ocasión, él expresó: “yo voy a hablarles de lo que le interesa a Holguín, eso es lo que voy a hacer… “ y reiteró que quería conocer cuáles eran las necesidades fundamentales de ese pueblo.
Tras informarse de las cosas que más urgían al Holguín de entonces, como también a cientos de pueblos en Cuba, el Comandante en Jefe se refirió a la impronta de una Universidad como espacio para la formación de futuros profesionales.
Antes de referirse a este asunto, recordó a los presentes en la histórica concentración que en otras partes de la Isla “se necesitan centros escolares, hospitales, pavimentación, alcantarillado, acueducto, filtros de agua, escuelas, en fin, todos los servicios que durante mucho tiempo han estado esperando inútilmente".
En sus palabras, Fidel fue como siempre, muy preciso, diáfano y abierto con su pueblo al señalar: “Yo les expliqué anoche a los representativos de las instituciones cívicas que el problema más complicado en este momento y que no podía resolver de inmediato, era el problema de la Universidad" .
Subrayó entonces que Holguín podía tener la seguridad de que iba a contar con esa casa de altos estudios, que era de inmediato uno de los problemas que costaba más trabajo resolver.
Aquellos sueños se hicieron realidad y ahí está ese centro como una de las obras emblemáticas de mayor impacto en los programas de desarrollo de la provincia y de apoyo también a otras regiones del oriente cubano.
"Pero Holguín no tiene nada que temer…” Reiteró Fidel aquel 26 de febrero que la población recibiría todos los beneficios de la Revolución, refiriéndose a las cuestiones que más preocupaban como el acueducto, el alcantarillado, el nuevo hospital y la pavimentación de sus calles, entre otras de las preocupaciones más apremiantes, además de la universidad.
El tiempo transcurrido desde entonces se abrió como espacio de confianza plena y de seguridad en que los sueños de los holguineros se harían realidad como se muestran actualmente en las diferentes esferas de la sociedad.
Razones y motivaciones se multiplican y extienden hoy por todos los dominios holguineros cuando su pueblo todo afirma 58 años después de aquel histórico encuentro: ¡Gracias Fidel, su obra de gigante seguirá siendo por siempre la bandera de los triunfos y de las nuevas conquistas en honor eterno a sus enseñanzas de constructor de la nueva Patria!
Alfredo Carralero Hernández | Foto Archivo
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25 Febrero 2017
25 Febrero 2017
hace 8 años