El reto de envejecer

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José Armando Fernández Salazar| Foto: Yaciel Peña de la Peña/AIN
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25 Agosto 2014

La mulata Petronila Ernat Vázquez, Nila, como familiarmente se le conoce, nacida el 29 de abril del año 1900, es considerada la persona más anciana de la provincia de Las Tunas. 7 de mayo de 2014. AIN FOTO/Yaciel PEÑA DE LA PEÑA

El día que Petronila Ernat fue entrevistada por una periodista de la televisión de Las Tunas recordó que cuando nació ese invento aún no existía. Un aparato de radio era un lujo, al igual que la electricidad o el teléfono.
   Internet, celulares, computadoras, hornos de microondas, vuelos al espacio, clonaciones, dos guerras mundiales y tratamientos con células madres, han sido otras de las novedades que han ido sorprendiendo a esta mujer, que ganó fama en toda Cuba, quizás sin proponérselo, al convertirse en la persona más longeva de la Isla, con 114 años.
   Petronila no tiene fórmulas ni explicaciones para su avanzada edad. No hay dietas especiales, ni ejercicios exóticos, quizás vivir sin arrepentimientos y aprovechar cada instante con la familia y los amigos.
   La provincia de Las Tunas, junto a su vecina Holguín, ambas en el nororiente de Cuba, son la de mayor esperanza de vida en el país, con un índice superior a los 79 años, de acuerdo con un estudio demográfico realizado recientemente.
   De esta forma los dos territorios ratifican el comportamiento que mostraron en una investigación similar que abarcó los años 2005 a 2007. En el caso de Las Tunas es significativo que se encuentra entre las provincias de mayor crecimiento de este indicador de un período de estudio a otro.
   En el también llamado Balcón del Oriente Cubano, habitan las mujeres de más larga vida en la ínsula, con 81 años como promedio, y es allí donde únicamente los hombres sobrepasan en general los 78 años de vida. De acuerdo con la citada investigación, publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, se trata de indicadores significativamente altos, que se corresponden con naciones del llamado primer mundo.
   Varios son los factores sociales y ambientales, e incluso culturales, que determinan estas cifras.
   Las autoridades de salud pública en el oriental territorio desarrollan un programa de atención al adulto mayor que incluye la rehabilitación de hogares de ancianos y consultorios, así como también la implementación de programas sanitarios para fomentar hábitos de vida saludables y eliminar riesgos de enfermedades crónicas.
   Las Tunas exhibe, además, interesantes estadísticas demográficas referidas a la emigración. El balance entre la cantidad de personas que salen de sus dominios y las que entran es el más positivo de la región oriental, donde es usual el comportamiento negativo de estos indicadores. Igualmente la mayoría de los que emigran son jóvenes.
   Se trata de un territorio constituido como provincia en 1976 y que desde la década de 1950 hasta la actualidad, de acuerdo con el más reciente censo de población y vivienda, ha sextuplicado su población.
   Aunque esta expansión poblacional no ha sido acompañada por un adecuado desarrollo de una infraestructura urbanística, en la actualidad existe una red de hospitales, escuelas, acueducto y alcantarillado, electricidad y otros servicios, que eran una ilusión antes del triunfo del primero de enero de 1959.
   Los expertos aún no han logrado ponerse de acuerdo respecto a otros factores que influyen en la calidad de vida de las personas, como es el caso de las costumbres y tradiciones culturales. La dieta, la relación con la comunidad y con la familia, incluso la manera en que se percibe y se asume el mundo, determinan también que una persona viva más que las otras, sin embargo este planteamiento aún deviene tema de discusión.
   Pero encontrarse entre las provincias de mayor esperanza de vida en Cuba, representa un reto para la sociedad y las entidades de gobierno de Las Tunas, donde ya se observa el crecimiento de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, junto a otras como la depresión y el Alzheimer. Servicios como los bancarios y los de salud tienen una demanda para la que no siempre están preparados.
   El comportamiento de este indicador debe tenerse en cuenta incluso para planificar el paisaje urbano de la ciudad, en la que será necesario eliminar barreras arquitectónicas, construir más paseos peatonales o parques y definir un trazado del tránsito que no resulte demasiado complejo.
   Las opciones gastronómicas y recreativas, usualmente concebidas para el divertimento juvenil, también deben atemperarse a las circunstancias poblacionales de la provincia, que debe ser capaz de satisfacer la demanda de los productos más buscados por este segmento poblacional.
   Sin embargo, la familia será uno de los escenarios más importantes para asumir el reto del envejecimiento poblacional. La confluencia en un mismo hogar de varias generaciones, con intereses distintos provoca que en ocasiones sea relegada la opinión de los más ancianos, quienes, incluso, son asumidos a veces como una carga.
   El envejecimiento poblacional es una tendencia irreversible en la sociedad cubana. La escuela, los medios de comunicación, y sobre todo la propia familia, deben contribuir a la formación de valores orientados al respeto de los ancianos y a su cuidado.

La mulata Petronila Ernat Vázquez, Nila, como familiarmente se le conoce, nacida el 29 de abril del año 1900, es considerada la persona más anciana de la provincia de Las Tunas. 7 de mayo de 2014. AIN FOTO/Yaciel PEÑA DE LA PEÑA