Onelia Chaveco Fotos de la autora
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26 Mayo 2023

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Mientras algunas personas planifican cómo será su jubilación llegadas las seis década de vida, otros apenas piensan en ello y se mantienen dispuestas como el primer día, en su puesto laboral, en el propio centro, con gran sentido de pertenencia: uno de los grandes logros en la vida de cualquier trabajador.
Gilberto Soto es uno de esos ejemplos, porque luego de recibir la chequera como jubilado no pudo permanecer en casa y regresó a sus predios de trabajo, sin recontratarse, sin percibir más salarios, solo por el acto rutinario de saludar y seguir compartiendo con sus colegas.

Lea:

Soto es fundador de la Fábrica de Motores Diesel José Gregorio Martínez, hoy Empresa Oleohidráulica Cienfuegos, y lleva 23 años de jubilado como mecánico.

“Vengo temprano en mi bicicleta, veo qué hace falta, si hacer una tuerca, trabajar en una innovación, cualquier cosa, y después de las 12 salgo para mi hogar a dar el almuerzo a mi esposa. Me siento bien aquí con las jaranas de los muchachos, el olor del taller, porque esta ha sido mi vida entera”.

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Por su parte, Roberto Pérez Valero, es secretario del director en el central 14 de Julio desde hace 62 años, entonces era muy joven.

Varios directivos han pasado por la oficina y siempre la labor impecable y eficiente de Robertico, como se le conoce, ha primado, y ahora con más de siete décadas a cuesta aún no piensa en el retiro, aunque continúe con los viajes de madrugada, desde Cienfuegos -donde reside- hasta el ingenio en el municipio de Rodas.

En el caso de Maira González Matos, quien también se desempeña como secretaria pero en la dirección de la Empresa Pesquera de Cienfuegos, debe viajar desde San Fernando de Camarones, distante unos 30 kilómetros hasta su sitio de labor.

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“Aquí estoy desde los 17 años y es que me siento motivada de volver todos los días al trabajo. Nunca he querido cambiar de puesto, porque me siento bien en esta empresa, he crecido, avanzado y salido adelante en todas las tareas.

“Si dejo de venir creo que faltará mi apoyo en alguna misión”, afirma mientras sonríe.

Son solo tres ejemplos que quieren mantener un vínculo con su centro , pero hay muchos veteranos y veteranas en sus propios puestos, donde han cobrado desde el primer salario hasta el día de hoy, y solo por esa permanencia y estabilidad merecen ser reconocidos en el colectivo.

Sobre ese sentimiento tan arraigado en obreros, técnicos o profesionales hay diversos criterios y definiciones, desde que su significación tiene que ver con sentirse incluido o aceptado por quién eres realmente dentro de un colectivo, o va en la posibilidad de realizar aportes de soluciones, innovación, o de desarrollos científicos.

Otros refieren que ello ocurre cuando hay un buen ambiente, directivos justos y condiciones idóneas. Sin embargo, a veces confluyen esos requisitos y no todos los integrantes del colectivo son estables, por cuanto el sentido de pertenencia se relaciona más con las metas y aportes individuales.

Estos trabajadores merecen ser reconocidos, principio que deben poseer las empresas para con su comunidad laboral, no solo con quienes tienen más experiencias, sino también con los jóvenes que se insertan por primera vez en tales avatares.