Documentos del Partido que iluminan el destino de Cuba

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Aída Quintero Dip| Foto: Miguel Rubiera Justiz/ACN
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27 Junio 2016

Victor Luis López director de la Asociación de Economista de Cuba, en la provincia de Santiago de Cuba. Foto: Miguel Rubiera Justiz/ACN

Como muestra del espíritu democrático de la Revolución y madurez del sistema socio-económico de Cuba, califica el economista Víctor Luis López la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.

El santiaguero Doctor en Ciencias Económicas considera vital la consulta popular ya que en su implementación debe lograrse armonizar intereses individuales, colectivos, sociales, económicos y territoriales, que permitan despertar en cada individuo el sentido de pertenencia hacia ese proceso.

López subraya que el alegato La Historia me absolverá constituye el primer intento, desde la teoría, en abordar un diseño socio-económico diferente al existente en Cuba, con profundos cambios en el esquema económico vigente en la Isla de aquel entonces.

Desde el primero de enero del 1959 tomando como base ese documento, se fueron planteando de forma empírica varias tentativas de organizar la economía cubana, bajo un escenario agresivo, que le impidió a la dirección del país poder elaborar una estrategia de desarrollo, precisa.

Entre los proyectos planteados pueden mencionarse, refiere, el Cálculo Económico, defendido por Carlos Rafael Rodríguez, el Sistema Presupuestario, elaborado por Ernesto Che Guevara, y las Resoluciones Económicas emitidas en los Congresos del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Todas esas experiencias sirvieron de base para la elaboración de los Lineamientos, dándole continuidad al desarrollo de un modelo económico cubano en una situación coyuntural sui géneris, acentúa el especialista.

Destaca que el gran valor de la Conceptualización del Modelo Económico Cubano que se presentó al Séptimo Congreso del PCC radica en su profunda raíz histórica con un basamento científico y democrático, para conducir e influir sobre el sistema económico cubano actual.

En opinión del presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba en la provincia santiaguera, este documento ilumina el destino del país, como una estrella en el horizonte que indica el camino que ha de asegurar la victoria, recalca.

Es único en la historia de Cuba, argumenta, y define un socialismo basado en la autoridad suprema del poder público que asegura soberanía, y la no dependencia de otro país que garantiza independencia, favorable a la intervención del pueblo en el gobierno y capaz de mantenerse, de ser próspero y sostenible.

El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, es
también continuidad de un proceso histórico, para ordenar la economía, fijando los diferentes objetivos, partiendo de lo que se quiere y debe hacerse, para lograr las metas, puntualiza.

Es aún un documento inconcluso, acota, que debe terminarse y convertirse en el rector de la economía cubana; el sistema de
planificación a corto y mediano plazos tiene que garantizar el cómo se va logrando y avanzando hacia ese futuro diseñado.

Todo sistema, persona, empresa, organización o país que no tenga diseñado un Plan Estratégico, su porvenir es incierto y con un alto valor porcentual de fracaso, alerta el especialista.

Precisamente lo que se está elaborando es el Plan Estratégico que responda de forma sistemica al socialismo cubano que se pretende construir, apunta el también profesor auxiliar de la Universidad de Oriente.

De  lo contrario, afirma, se correría el riesgo  de cruzar los caminos como alertara el Che Guevara “…Persiguiendo la quimera de realizar el Socialismo con las armas melladas que nos legara el capitalismo…se puede llegar a un callejón sin salida… donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta."

Estos documentos por sí solos desde el orden práctico, no resuelven los problemas de la economía, su importancia radica en que deben convertirse en el manual de trabajo de todo el sistema, tras ser enriquecido por el pueblo, señala.

López considera que ambos proyectos deben erigirse en motor impulsor del sentimiento de sacrificio y entrega a la construcción del socialismo en Cuba, que por su carácter futurista deben ser dialécticos y dinámicos en el tiempo, con una visión inclusiva y participativa.