Hibridación, caza ilegal y efectos del cambio climático amenazan hoy la existencia del cocodrilo cubano, una de las especies más valiosas de la fauna en la Isla, aunque los esfuerzos conservacionistas no se detienen en su principal hábitat, la Ciénaga de Zapata, ahora para extender su población.
Exitoso para adaptarse, pero muy vulnerable ante cambios bruscos de factores como temperatura y humedad, el denominado por la ciencia Crocodylus rhombifer volverá a dominar el Refugio de Fauna Canales del Hanábana, partir de un proyecto para su reintroducción.
Hoy se conoce poco sobre los cerca de cuatro mil saurios que viven libres en el mayor humedal del Caribe insular, debido a la carencia de equipamiento adecuado para estudiarlos en su medio, explica Roberto Ramos, experto del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Según el también biólogo, 100 ejemplares quedarán libres en el Refugio de Fauna a principios del año venidero, fase inicial de lo que constituirá un monitoreo para evaluar la dispersión y los indicadores de salud, en especial durante los primeros cuatro años que deben tardar en reproducirse.
La zona elegida de Canales del Hanábana fue escenario, en décadas pasadas, de la intensa acción humana, luego de emplearse durante la década de 1980 para la producción de arroz, pero resulta evidente allí la recuperación del medio natural pródigo en agua, alimento y sitios de nidificación.
Contar los ejemplares por el reflejo de la luz en sus ojos durante la noche, será fundamental para verificar su éxito en el nuevo hogar, aunque, además, serán comprobados la relación entre tamaño y peso, y el régimen alimentario.
Ampliar el número de individuos en libertad, será una medida para contrarrestar condiciones como la pérdida de la integridad genética, el lento crecimiento poblacional y futuras variaciones de temperatura dañinas para los huevos.
Desde hace dos decenios no se realiza un estudio riguroso del Crocodylus rhombifer en plena naturaleza, mientras los expertos avizoran que sus embriones serán amenazados en breve tiempo por la intrusión salina, como expresión rotunda del cambio climático global.
Aunque el ya célebre criadero -próximo al complejo turístico Boca de Guamá-, contribuye a la preservación del saurio cuyo principal hábitat lo constituye la Ciénaga de Zapata, queda por ver si tienen éxito las nuevas oportunidades para perpetuar la especie, protegida por la ley.
Roberto Jesús Hernández Hernández
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28 Diciembre 2015
28 Diciembre 2015
hace 9 años