Artemisa, 14 sep (ACN) El artemiseño Yunier Fernandez Izquierdo no solo obtuvo la medalla de oro en el paratenis de mesa de los Juegos Paralímpicos de París 2024, sino que se ganó también el cariño del pueblo, especialmente en su tierra de Guanajay, donde este sábado vivió un hermoso recibimiento.
El parque de la localidad vibró con el regreso de su campeón, precedido por una caravana de bicicletas, motos y hasta bicitaxis, y rodeado de gente ávida de abrazarle, tomarse juntos una foto y felicitarle.
Las expresiones de admiración y orgullo hacia él y su entrenador Rieldis Ortega Barrios le emocionaban como cada punto a favor en la lid parisina.
Pero fue la niña Arianna Peñate Fernández la primera en arrancarle lágrimas de alegría cuando bailó para él la danza Vamos por más.
Frank Fleitas Rivera, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba; Risleydis González Díaz, primera secretaria del Comité Municipal; Nelson Lara García, director de Deportes en Artemisa y Vladimir Cordero Monsibaez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, le entregaron sendos reconocimientos.
Rieldis Ortega Barrios agradeció de corazón, en nombre de los dos, los desvelos de quienes siguieron los partidos en horas de la madrugada, atentos a cada punto, con suma confianza en una gran actuación, el apoyo en cada remate, gritando y celebrando desde Cuba hasta lograr la ansiada medalla.
Por eso, agregó, la primera dedicatoria es al pueblo de Guanajay, a la gran familia de La Taconera, al Comandante en Jefe Fidel Castro, quien nos trajo hasta aquí y propició este sueño hecho realidad.
Mientras, Risleydis González Díaz subrayó la hazaña de ganar la primera medalla de oro para Cuba en la historia del paratenis de mesa y de conquistar preseas en todas las ediciones de los Juegos Parapanamericanos, incluidas las doradas en Lima 2019 y Santiago de Chile 2023.
Añadió el dato de su repetida elección entre los 10 mejores paratletas de todo el país, en prueba de extraordinario talento y dedicación, que inspira a cuantos conocen su historia y el poder de la voluntad para superar cualquier límite.
Y la fiesta concluyó en la propia casa de Yunier Fernández, donde el barrio de La Taconera le esperaba engalanado y con enorme regocijo.