La Habana, 14 abr (ACN) Con el corazón enlutado y la memoria encendida, el deporte cubano despide hoy a Leandro Félix Civil Jarvis, hijo ilustre de Puerto Padre y figura luminosa del atletismo nacional, dueño de los 800 metros en sus tiempos de gloria.
Nacido el 31 de marzo de 1948, Civil Jarvis alcanzó el triunfo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo 1974, donde cruzó la meta en 1:48.43 minutos, sellando un récord que rompía décadas de silencio para Cuba en esa distancia. Su estampa vibró en las pistas hasta que otro gigante, Alberto Juantorena, tomó la posta.
Retirado de la competición, su alma no abandonó el tartán: desde 1982 fue guía y arquitecto de sueños como entrenador del equipo nacional, sembrando talento con manos de paciencia y mirada de horizonte.
Desde la red social X, el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), Osvaldo Vento, escribió con respeto y gratitud: «Acompañamos en su dolor a familiares y amigos, agradecidos por sus aportes a una obra que abrazó con pasión, profesionalidad y patriotismo. Que su legado inspire a quienes le dan continuidad».
También el Inder honró su memoria con palabras que pesan y acarician: «Con profundo dolor conocimos que ha fallecido la gloria del deporte cubano Leandro Félix Civil Jarvis. A su destaque como corredor medallista panamericano y centrocaribeño, sumó una hermosa obra como entrenador, con pupilos como Ana Fidelia Quirós y Roberto Hernández».
Hoy, el silencio de las pistas lleva su nombre; queda su estela, imborrable, en cada paso de los que sueñan con volar.
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