Nueva Gerona, 17 sep (ACN) Yaquelín Ramírez Olivera, especialista en conservación documental, ha dedicado los últimos 20 años de su vida a facilitar el acceso de estudiosos e investigadores a documentos, mapas, fotos y publicaciones que develan el pasado social, político y económico de Isla de la Juventud.
Conservar documentos históricos de valor permanente es un trabajo apasionante, es la forma idónea para que las generaciones presentes y futuras conozcan de primera mano los acontecimientos más importantes en la historia pinera, afirmó Ramírez Olivera a la Agencia Cubana de Noticias.
Significó que el documento más antiguo que preserva esta institución, adscripta al departamento de Gestión Documental de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, es el mapa de la parcelación inicial de la colonia Reina Amalia, génesis de la ciudad de Nueva Gerona.
Esta cartografía fue trazada por el agrimensor y naturalista Alejo Hervecio Lanier a solicitud del entonces capitán general de la Isla de Cuba, Francisco Dionisio Vives, refirió.
Apuntó que sin embargo, la conservación de esta valiosa papelería enfrenta desafíos significativos como la falta de climatización adecuada para mantener una temperatura y humedad equilibradas, así como la necesidad de adquirir cajuelas con pH neutro para un almacenamiento óptimo.
A pesar de estas dificultades, un equipo comprometido trabaja arduamente para preservar la integridad física de los documentos.
Es crucial mantener los documentos libres de polvo, ácaros y esporas que pueden dañarlos, explicó Ramírez Olivera.
Para ello, se realizan limpiezas periódicas y se toman medidas cuidadosas al recibir nuevos documentos, asegurando que estén libres de presillas y dobleces que puedan comprometer su conservación.
El Archivo no solo se nutre de organismos estatales, sino también de donaciones particulares y asociaciones sociales del municipio, lo que enriquece aún más su valiosa colección.
Agregó que esos documentos se clasifican en fondos de valor I, II y III según su singularidad y permanencia.
En ellos destacan protocolos notariales, una mapoteca y una fototeca, así como una curiosa revista impresa en papel de seda de 1896, cuya tirada fue limitada a mil ejemplares.
También se conservan actas oficiales de colonización y documentos sobre presidios y cárceles desde 1846 hasta 1956, así como fotografías que documentan los efectos de ciclones en esta isla desde principios del siglo XX, refirió.
Considero que mi trabajo en la conservación de documentos históricos es un aporte al conocimiento de la historia de Isla de la Juventud, a su desarrollo social y a la identidad de los pineros.
Es una manera de transmitir a las futuras generaciones los hechos más relevantes que han marcado nuestro territorio, concluyó la especialista.
El archivo histórico municipal —custodio de la memoria colectiva de Isla de la Juventud— atesora parte significativa del devenir de la localidad, desde 1831 hasta la actualidad, distribuidos en 14 fondos documentales con información valiosa y auténtica.