Nueva Gerona, 12 jun (ACN) Isla de la Juventud, ubicada en el mar Caribe occidental, enfrenta cada año la amenaza de organismos tropicales desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, por lo que fortalecer la percepción de riesgo resulta crucial para minimizar vulnerabilidades.
Jorge Luis Rosabal González, especialista de la Defensa Civil en el municipio especial, declaró en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que, antes de la formación del primer huracán de la temporada, es crucial implementar medidas preventivas, entre las que destacan la poda de árboles que podrían afectar viviendas o redes eléctricas, así como la limpieza de zanjas y alcantarillas para reducir el riesgo de inundaciones.
Además, es fundamental prever las condiciones necesarias para un eventual traslado a instalaciones seguras, especialmente, para las familias que residen en viviendas en mal y regular estado técnico constructivo o en zonas proclives a inundaciones.
Desde su creación —impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (1926-2016) tras el devastador huracán Flora en 1960—, la Defensa Civil acumula una valiosa experiencia en organización y respuesta ante desastres, con el respaldo constante de los medios de comunicación, refirió.
Recordó que para los habitantes de este territorio, la gran prueba fue en 2008, cuando el huracán Gustav categoría IV en la escala Saffir-Simpson impactó el municipio aunque las pérdidas económicas fueron considerables, lo más importante fue que no hubo víctimas fatales, esencial en la gestión de emergencias.
Los meteorólogos advierten que esta temporada ciclónica será activa, debido a temperaturas marinas superiores a los 27 grados Celsius entre otras condiciones atmosféricas, propicias para la formación de estos organismos tropicales. Por eso, se trabaja intensamente en la capacitación de los miembros de cada Consejo de Defensa de Zona, así como en la protección de la población y de los recursos de la economía, refirió.
Señaló que el Sistema de Alerta Temprana es una herramienta fundamental, ya que brinda un margen de tiempo para coordinar evacuaciones y garantizar el funcionamiento de las labores esenciales ante la posible ocurrencia de un huracán de gran intensidad. Su efectividad ha sido reconocida y adoptada exitosamente por varios estados insulares de la región.
Cada año, se realiza el Ejercicio Nacional Meteoro, un evento diseñado para identificar deficiencias y vulnerabilidades en la preparación de la población y entidades socioeconómicas ante posibles desastres. Sin embargo, se debe ir más allá de este entrenamiento, especialmente por la historia de impactos de ciclones tropicales y sus consecuentes estelas de destrucción al paso por Isla de la Juventud, subrayó.
Enfatizó que el mes más crítico durante la temporada ciclónica es octubre, cuando los eventos meteorológicos tienden a formarse en el mar Caribe Oriental y suelen acercarse rápidamente a las costas pineras. Por eso, es vital prepararse con anticipación y no esperar a que un huracán esté a escasos kilómetros del territorio.
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