Olimpia y su impronta al frente de los civiles de la Defensa

Nueva Gerona, 7 jun (ACN) Con cariño, admiración y un profundo reconocimiento por parte de sus compañeros, Olimpia Pilar Somonte Calderón se despidió de su labor sindical en Isla de la Juventud, donde fungió durante 11 años como secretaria del Buró Municipal de Trabajadores Civiles de la Defensa.
   El trabajo sindical nunca ha sido una tarea sencilla; requiere un liderazgo firme, habilidades de persuasión, metas claras y, sobre todo, una comunicación constante con los afiliados, ellos son lo más importante; escuchar sus inquietudes y mediar entre el colectivo y la administración es fundamental para resolver problemas que pueden afectar el desempeño laboral, enfatizó esta mujer, que ha superado las seis décadas de vida. 
   Con más de 20 años de experiencia en la vida militar, Somonte Calderón destacó cómo esa formación le proporcionó herramientas esenciales para su labor política e ideológica dentro del movimiento sindical.
   La disciplina, capacidad organizativa y el trabajo en equipo son valores que aprendí en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), comentó al tiempo que agradeció a los directivos del sector su apoyo incondicional, especialmente durante sus recientes crisis de asma. 
   Civiles de la Defensa cuenta con alrededor de mil 500 hombres y mujeres que laboran en dependencias de las FAR y del Ministerio del Interior, a quienes, aunque no son militares, se les exige comportamiento, discreción y lealtad a la Revolución, por las características de los sectores en los que se desempeñan.
   Su emotiva despedida tuvo lugar durante la clausura de la III Conferencia Municipal del gremio. 
   Me emocioné hasta las lágrimas; el cariño que me demostraron los afiliados me hizo sentir que cada desvelo y exigencia de esta última década valió la pena, reflexionó Olimpia.
   Sin embargo, reconoció que es momento de ceder el paso a las nuevas generaciones, quienes llegan con ímpetu y propuestas innovadoras que pueden aportar resultados positivos. 
   A pesar de su jubilación, se comprometió a seguir disponible para brindar apoyo, asesorar y transmitir las valiosas experiencias adquiridas a lo largo de los años.
   La lección que quiero dejarles es que el trabajo sindical no es un camino fácil, pero si lo afrontamos con respeto y empatía, siempre obtendremos respuestas positivas y una alta participación en las convocatorias, lo que nos permitirá avanzar en cualquier tarea, concluyó con determinación. 
   Cierto es que la impronta de Olimpia Pilar Somonte ya tiene un sitio en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de trabajar a su lado.