"Mimar" la tierra, el secreto de un organopónico en Trinidad

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ACN - Cuba
Oscar Alfonso Sosa I Foto del autor
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07 Abril 2025

Trinidad, Sancti Spíritus, 7 abr (ACN) Sin despegar las manos del sembrado que escarda con delicadeza, la sentencia de Felicia Aróstica se expande por todo el barrio en transformación de La Purísima, de esta ciudad: a la tierra hay que mimarla, sudarla y labrarla con inteligencia y persistencia para lograr frutos permanentemente.

   Trabajadora del organopónico La Lechuga, esta mujer de verbo vivo y preñado de sabiduría reveló a la ACN que a estos quehaceres agrícolas se le entra con el empeño de hacer producir la tierra y con la distinción, sobre todo, de servirle a los vecinos y a la comunidad.

   Esta área estaba perdida en maleza y apenas quedaban huellas de canteros, de plantaciones, afirmó, y con mucho trabajo y voluntad logramos lo que hoy se ve, un pequeño espacio sembrado de punta a punta.

   La dedicación y el amor del pequeño equipo de trabajo formado por otros dos obreros dejan ver tomate empalado, lechuga, habichuela, surcos de yuca, calabaza, pepino, plantones compactos de plátano vianda y fruta, mango, guanábana, plantas medicinales y un sitio de semilleros en desarrollo.

   A la producción tienes que ponerle sabiduría y experiencia, reveló Felicia, y por ello ordenamos cada espacio, aprovechamos las épocas de siembras de las hortalizas, vegetales y las viandas, alimentamos el suelo con materia orgánica, incluida la carbonilla residual de los hornos de carbón vegetal, y eso nos va dando frutos.

   Cuando amanece ya estamos aquí, puntualizó, y aunque el sol pique, no nos desprendemos de los cultivos porque siempre hay labores por hacer, ya sea plantando, limpiando, abonando, regando agua y cosechando.

   Y tienen los mejores precios que puedes encontrar en Trinidad, acotó Alberto Turiño, uno de los pobladores de La Purísima y cliente habitual del organopónico La Lechuga, donde logra adquirir sus vegetales.

   Relató Turiño cómo, desde hace unos meses, el vecindario ve con agrado el renacer imprescindible de este sitio. 

   Quienes allí laboran, subrayó, hacen hoy un bien necesario para la comunidad por la oferta sistemática de alimentos y por sus precios mucho más accesibles.

  Esa ha sido la filosofía del colectivo, agregó Felicia Aróstica, para que todos puedan acceder a las producciones, como siempre insiste Osnedy Valmaseda, presidenta del Consejo Popular, siempre pendiente, exigente y buscando cooperación cuando algún problema aparece.