Marlene García: 25 años promoviendo la fruta del pan en Cuba

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Fotos: Yoan Pérez González
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10 Junio 2025

Nueva Gerona, 10 jun (ACN) Marlene García Collado ha dedicado 25 años de su vida profesional al estudio, investigación y difusión de la fruta del pan, una especie oriunda de las islas Polinesias, introducida en las plantaciones agrícolas del Caribe por colonos ingleses en el siglo XVIII para alimentar a los esclavos. 

   Desde las Antillas británicas, su cultivo se extendió de manera constante al resto del área caribeña y a otras regiones tropicales de América, apuntó la ingeniera agrónoma y Máster en Ciencias, incasable promotora de las propiedades nutritivas de ese cultivo que llegó a Cuba por la región oriental desde Jamaica y a Isla de la Juventud desde Islas Caimán.

   En 2001,  Marlene comenzó a trabajar en el área de Ciencia y Técnica del grupo de Difusión Tecnológica del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical. Poco después, se unió al proyecto “Inventario y Clasificación de especies frutales en Isla de la Juventud”, donde destacó la presencia del árbol de fruta del pan en patios, fincas y parcelas. 

   Sin embargo, su potencial como alimento era poco conocido. Incluso en áreas rurales, se utilizaba principalmente como forraje para animales. Motivada por esta investigación inicial, García Collado asumió la tarea de liderar un proyecto destinado a estudiar y socializar los beneficios nutricionales del referido fruto. 

   A pesar de la negativa inicial, la ingeniera realizó un estudio de campo sobre el comportamiento productivo del árbol en el municipio especial. En 2014, su participación en una convención en Trinidad y Tobago le permitió profundizar en el conocimiento de la fruta del pan, alimento esencial en la dieta de ese país durante tres siglos. 

   Con nuevos argumentos, reformuló su proyecto, que finalmente fue aprobado en 2016. Desde entonces, ha desarrollado una caracterización de las especies en Isla de la Juventud, organizado talleres para productores sobre propagación y uso culinario.   

   Estos espacios han servido para enseñar cómo elaborar harina de la fruta, helados, panes y otros alimentos libres de gluten, óptimos para personas celíacas (patología digestiva que daña el intestino delgado y altera la absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes). Aspecto  crucial, debido a que el Estado cubano destina anualmente importantes recursos para atender las necesidades dietéticas de esos pacientes.

   El proyecto de la fruta del pan ha ganado fuerza en el territorio, en especial las demarcaciones de Argelia Libre y La Victoria. Sin embargo, Marlene enfatiza en la necesidad de más mini-industrias para procesar el fruto y ampliar su alcance culinario en los hogares. 

   Su labor ha despertado interés en varias provincias, desde donde recibe constantes solicitudes para talleres y conferencias, en los que participan agrónomos, chefs, investigadores y amas de casa, todos interesados en descubrir las múltiples posibilidades que ofrece este valioso alimento, comentó. 

   Con visión de futuro, Marlene aspira a que la fruta del pan continúe expandiéndose en Cuba, una contribución a los propósitos de la seguridad y soberanía alimentaria, a partir de la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.