La Habana, 6 dic (ACN) El Taller nacional de control interno en el turismo sesionó en esta capital, concebido para fortalecer capacidades directivas y reafirmar la responsabilidad con la transparencia y la legalidad en sus entidades.
Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo, destacó la importancia del evento como una oportunidad y compromiso para actuar con tolerancia cero ante las acciones delictivas y de corrupción, e instó a evaluar los planes de medidas que resultan de las auditorías y otras acciones de control.
El titular del sector remarcó la necesidad de emplear bien la figura del auditor interno, quien puede alertar y contribuir con ese ambiente de control en las unidades, y llamó a una mayor disciplina y orden, a organizar mejor el diseño de cada proceso en la gestión empresarial, así como aplaudió la iniciativa de realizar este taller en coincidencia con la temporada alta del turismo, y en medio de una compleja coyuntura nacional y mundial.
Los participantes en el Taller Nacional coincidieron en que el sistema de control interno constituye una importante reserva de eficiencia de las organizaciones empresariales.
La reunión estuvo dirigida a elevar la percepción de riesgo de cuadros, directivos y funcionarios designados en diferentes cargos, cuya función es el enfrentamiento al delito, las ilegalidades y las manifestaciones de corrupción.
Se subrayó la necesidad de cumplir y extender las buenas prácticas, la aplicación de la guía de autocontrol, además de lograr la supervisión rigurosa y de total transparencia en el registro del hecho económico, con sistematicidad y veracidad.
Al intervenir en la cita, la viceministra del Turismo, Yamily Aldama Valdés, subrayó que este sector como motor económico y social, exige una dirección responsable y consciente, pues un directivo de esa actividad no solo administra recursos, sino que también se convierte en guardián de la legalidad y del orden organizacional.
Comentó que su labor debe estar marcada por el ejemplo personal que no es otra cosa que liderar con ética y coherencia, demostrando que la integridad es el camino más seguro hacia el éxito.
La vicetitular señaló como elemento imprescindible la supervisión constante, que es establecer mecanismos de control claros, verificables y sistemáticos que permitan detectar irregularidades antes de que se conviertan en problemas mayores.
Otro punto necesario es la transparencia en la gestión, que significa fomentar la rendición de cuentas y la comunicación abierta, de manera que cada trabajador se sienta parte de un sistema confiable.
Insistió en que en la prevención de ilegalidades se trata de no esperar a que surjan manifestaciones de indisciplina o fraude, por lo que hay que anticiparse con normas, capacitación y seguimiento.
Precisó que la cultura de control significa promover que el cumplimiento de las reglas no sea visto como una obligación externa, sino como un valor compartido por todos los miembros de la organización.
Ariadna Cordero Licea, especialista en política de control interno del Mintur, informó que en el encuentro participaron todas las delegaciones territoriales del país mediante videoconferencia y las ocho Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) más otras entidades de ese organismo y representantes del Tribunal Provincial de La Habana, la Contraloría y el Ministerio del Interior, quienes aportaron desde sus ámbitos de labor, el enfoque normativo, jurídico y penal.
Su acompañamiento demuestra que el control no es solo una herramienta administrativa sino un deber compartido para proteger los recursos, la credibilidad y el futuro del sector.
Explicó la experta que fue esta una buena oportunidad de debatir los problemas y se estableció un compromiso de tolerancia cero hacia los delitos y las ilegalidades, priorizando el control de recursos y la calidad del servicio.
Al concluir, la viceministra llamó a aprovechar ese espacio, aportando ideas y experiencias, para juntos lograr minimizar los efectos de las ilegalidades y consolidar un turismo más seguro, transparente y sostenible.
