La radio y la esperanza, cuando Santiago vuelve a levantarse

Melissa

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ACN - Cuba
Nelson Hair Melik Marrero
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04 Noviembre 2025

Santiago de Cuba, 4 nov (ACN) Uno va a la radio a cargar los equipos, a resolver lo urgente, al laboreo de la agencia y la redacción… y, de pronto, por el ímpetu de mi colega Yailén Aguilar Rodríguez, termina frente al micrófono, contando lo vivido antes, durante y después de Melissa.

   Se habla de “eso que anda”, de “la cosa mala” que aún sacude el cuerpo, y de la necesidad de escribir para sobrevivir a estos días que ya pesan demasiado.

   Allí también se conversa sobre cómo se hace periodismo en medio del desastre, de la situación de El Cobre, de los daños en la casa de la Virgen y de cómo, poco a poco, se ha ido recuperando, abriéndose otra vez a los peregrinos. Porque en tiempos así, cuando todo se vuelve incertidumbre, la fe y la esperanza son lo único que salva.

   Gracias a la radio —siempre salvadora— por ser aliento, compañía y luz cuando el apagón parece no terminar.

   En los puntos donde hay electricidad en Santiago de Cuba, gracias al respaldo de grupos de generación, el ambiente es otro: bullicio, calor, cables y cargadores enredados. Se hacen colas interminables para un poco de carga, para revivir un teléfono que apenas tiene señal o encender las lámparas recargables que alivian la densidad de la noche.

   A veces se recuerda el año 2012, el paso de Sandy, o aquella otra vez en que tembló o llovió tanto que parecía no tener fin. Y se habla con nostalgia, pero también con certeza: si entonces se pudo, ahora también. Porque en medio de las afectaciones hay gestos pequeños que sostienen la esperanza: un café que se comparte, una linterna prestada, un saludo que devuelve fuerzas.

   Una semana después del paso del huracán Melissa por Santiago de Cuba, todavía hay mucho por recomponer. Y, sin embargo, hay algo que no se quiebra: la voluntad. Aquí nadie se rinde. Se barre, se clava, se empuja, se improvisa. Se vive.