Sancti Spíritus, 24 jul (ACN) Hace 36 años esta ciudad fue sede, por primera vez, del acto nacional por el 26 de Julio, entonces se cumplía el aniversario 33 de aquella gesta, en la que jóvenes revolucionarios asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el oriente de Cuba.
Los días 26 y 27 de julio de 1986 fueron de mucha efervescencia revolucionaria, por la presencia en tierras espirituanas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Una representación de obreros, campesinos, estudiantes y cederistas ocuparon las 10 mil sillas situadas en la explanada del reparto Los Olivos, y a continuación se congregaron decenas de miles de habitantes de toda la provincia.
Justo cuando a las seis de la tarde del día 26 el reloj digital instalado en el edificio de 12 Plantas dejó escuchar un fragmento de la canción Pensamiento, del legendario trovador Rafael Gómez Mayea (Teofilito), arribó a la tribuna el entonces Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
¡Fidel!, ¡Fidel!, ¡Fidel! Era el mismo nombre que en cada sitio de la geografía cubana se coreaba al arribar el máximo líder de la Revolución, sin embargo a los espirituanos se les antojaba más vibrante y sonoro en esa ocasión, quizás por tenerlo tan cerca.
Inmensa fue la alegría durante las dos horas y 42 minutos de duración del acto, al término del cual los reunidos en la zona de Los Olivos entonaron la Marcha del 26 de Julio, en medio de un oleaje de sombreros y pañuelos en alto.
Amanecía el 27 y aún Fidel permanecía en el terruño del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia. A las nueve y 33 minutos de la mañana arribaba al Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente, que funcionaba desde hacía tres años con 774 camas de ingreso, pero sin inaugurarse oficialmente.
Al correr el velo que cubría un modesto monumento lumínico a la entrada del centro se dejó ver el nombre del legendario Comandante Camilo Cienfuegos que desde entonces identifica la instalación.
Luego de desandar varias áreas del edificio escribió: “Este hospital está bien, eso lo dice todo” y antes de marcharse indicó que debía asumir la misión de convertirse en un centro de alto nivel científico y desarrollar las investigaciones.
La Facultad de Ciencias Médicas fue la segunda institución visitada aquella mañana y también quedó inaugurada por el líder histórico de la Revolución quien fue recibido entre vítores de alumnos y trabajadores.
Al firmar el libro de visitantes expuso: “El edificio es excelente, deseamos que los profesores, estudiantes y trabajadores sean superiores”, y, por iniciativa de los alumnos, la mesa que se utilizó para estampar su rúbrica engrosó el fondo de la sala de historia como símbolo y constancia de la estancia de Fidel en la Facultad.
La Escuela de Iniciación Deportiva, el aeropuerto y la Planta Potabilizadora fueron otros sitios incluidos en el recorrido.
Fidel encargó a las direcciones políticas y administrativas del territorio revisar las plantillas con exceso de personal en centros laborales; a veces son tan infladas, manifestó, que no pueden cubrirse totalmente y aseguró que esa situación, además de subutilizar los recursos humanos, creaba problemas a la economía.
La capacidad del líder histórico de la Revolución que indagó, sugirió, extrajo de su memoria datos, cifras y planteó soluciones, ha quedado por siempre en el recuerdo de los espirituanos.