Nueva Gerona, 25 feb (ACN) A tenor de la jornada por el centenario de la devolución de Isla de Pinos (la actual isla de la Juventud) a la soberanía de Cuba fue recordada hoy la historia de luchas que fuerzas patrióticas y el pueblo cubano desplegaron para salvar la integridad del país caribeño.
Este proceso se inició con la Enmienda Platt, que dejó al territorio en un limbo jurídico, lo que permitió a colonos norteamericanos intentar su anexión a Estados Unidos, recordó Roberto Únger Pérez, historiador de la ciudad, en conferencia de prensa, quien señaló que estos inmigrantes aprovecharon la respuesta ambigua del presidente cubano Tomás Estrada Palma para promover sus intereses.
Las presiones provenientes de Estados Unidos condujeron a la firma de tratados que renunciaban a los derechos sobre esta isla a cambio de concesiones, como el establecimiento de una base naval en Guantánamo.
Sin embargo, la campaña anexionista continuó, impulsada por figuras como Samuel H. Pearcy y Charles Raynard, líderes del movimiento, expuso.
Explicó que el gobierno cubano adoptó una postura diplomática, gracias a los esfuerzos de personalidades como Gonzalo de Quesada y Aróstegui, entonces ministro plenipotenciario de Cuba en EE.UU., quien junto a John Hay, secretario de Estado norteamericano, firmaron el tratado que reconocía la soberanía cubana sobre Isla de Pinos, aunque su ratificación tardó 21 años.
Con la designación el 4 de octubre de 1923 de Cosme de la Torriente y Peraza, ex coronel del Ejército Mambí, como primer embajador en EE.UU. se revitalizaron las negociaciones oficiales, paralelamente, en Cuba, el movimiento cívico y estudiantil liderado por Julio Antonio Mella desempeñó un importante papel en la defensa de la pertenencia de Isla de Pinos a la mayor de las Antillas, refirió.
Comentó que a inicios de 1924, se organizó el Comité Patriótico pro-Isla de Pinos, encargado de apoyar la campaña para la ratificación del tratado.
Este Comité incluyó a miembros de la Junta de Educación de La Habana, emigrados revolucionarios, la Asociación de Maestros, la Columna de Defensa Nacional, veteranos, el Club Atenas, la Sociedad Unión Fraternal, la Asociación de Graduados de la Escuela de Pedagogos, y la Gran Logia de la Isla de Cuba, entre otras instituciones, enfatizó.
Apuntó que el 16 de enero de 1925 marcó el inicio de la Misión Patriótica, una campaña del Comité que recorrió las seis provincias cubanas de entonces, siguiendo la misma ruta utilizada por el Ejército Mambí bajo el mando de los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo durante la Guerra de 1895.
Agregó que este movimiento contó con el talento y patriotismo de destacados intelectuales como los doctores Emilio Roig de Leuchsenring (historiador, etnólogo y periodista) y Evelio Rodríguez Lendián (filósofo y jurista), Fernando Ortiz Fernández (etnólogo, antropólogo, jurista, arqueólogo y periodista), Luis Machado Ortega (abogado) y Juan Gualberto Gómez Ferrer (político, periodista y líder de los afroamericanos cubanos).
Únger Pérez destacó que el 13 de marzo de 1925 el senado estadounidense ratificó el Tratado Hay-Quesada, un hito que consolidó la soberanía de Cuba sobre la Isla de Pinos, este logro fue resultado tanto de negociaciones diplomáticas como de una causa nacional que movilizó a la población en defensa de la soberanía e integridad del archipiélago cubano.