La Habana, 28 jun (ACN) "La otra cara del combate" es uno de los memorables libros del doctor Luis Carlos García Gutiérrez (Fisín), el hombre que recibió el encargo de “mover” al Comandante Ernesto Che Guevara de gira por África.
Muy pocas personas conocían su ubicación, pero ni siquiera lo reconoció en el momento en que le presentaron una foto de él, pelado y sin barba, por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, a la sazón ministro del Interior, cuenta su autor, quien falleció hace una década cuando le faltaban apenas unos días para cumplir 97 años.
Doctor en Odontología, García Gutiérrez (1918 - 2015) llegó a ser jefe de la Dirección Nacional de Identificación y con el grado de coronel terminó sus funciones en el Ministerio del Interior.
Entonces, decidió retomar su especialidad estomatológica en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas y otras instituciones y, quizás en su contra, dejar la encomienda del primer Partido Comunista de Cuba de modificar las figuras de combatientes de la clandestinidad a los cuales el enemigo no podía reconocer de ninguna manera.
Aquella constituyó una misión secreta, tanto que nadie en el Partido sabía de su existencia, encabezada por Osvaldo Sánchez Cabrera (1912-1961) por designación de Blas Roca Calderío, definido por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz como uno de los hombres más nobles, humanos y genuinos que haya conocido jamás.
Narra en su volumen que dio una respuesta tajante y alentadora: debía viajar hacia África y enmascarar al Che para sacarlo de allí y así lo hizo: el 24 de diciembre de 1965 salió con varios acompañantes hacia Dar es Salam, capital de Tanzania, donde en la sede de la cancillería cubana estaba alojado el Guerrillero Heroico.
La faceta más conocida de Fisín es haber asumido el enmascaramiento del Che para su traslado de África, y de otros combatientes, como el guerrillero guatemalteco Luis Augusto Turcios Lima.
En las afueras de Praga, adonde lo trasladaron al terminar su misión en África, el Che paseó junto a Fisín y momentos después se encontraron con unos niños que jugaban futbol y el Guerrillero Heroico se sumó al juego, pero nunca supieron quién daba patadas a su balón.
El 3 de noviembre de 1966 el comandante Ernesto Guevara de la Serna, el Che, llegó a la ciudad de La Paz, capital de Bolivia, con un pasaporte expedido en Montevideo a nombre de Adolfo Mena González, de nacionalidad uruguaya.
Además, llevaba una credencial con el cuño de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia de la República de Bolivia y con la firma del jefe de esta, Gonzalo López Muñoz, que lo presentaba como un enviado especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), para efectuar un estudio y reunir informaciones sobre las relaciones económicas y sociales que regían en el campo boliviano.