Holguín, 2 nov (ACN) Cuando los holguineros sintieron los vientos del ojo del huracán Melissa la madrugada del miércoles, con velocidades superiores a los 180 kilómetros por hora, rememoraron experiencias de antiguos eventos — Flora (1963), Ike (2008), Sandy (2012).
El primero en enfrentar los embates fue el poblado de San Germán, en Urbano Noris, por donde el fenómeno se internó en el territorio; mientras el viento rugía contra ventanas y puertas y las incesantes precipitaciones, iniciadas el día anterior, erosionaban paredes y cimientos, el miedo se impregnó como un hedor.

Para un pueblo que hasta hace unos meses sufrió uno de los períodos más largos de sequía y clamaba por lluvia, los más de 200 milímetros de agua que trajo Melissa, sobre suelos ya saturados, fueron una suerte de maldición, ocasionando inundaciones en zonas bajas y cercanas a ríos.
Con la preservación de la vida como prioridad, alrededor de 170 mil personas residentes en zonas de riesgo fueron protegidas en centros de evacuación y casas seguras de familiares y amigos, cifra que se elevó a más de 200 mil por el desborde de caudales en localidades como Cauto Travesía, en Urbano Noris, y Velasco, en Gibara.
En dirección noreste, el ciclón impactó en varias demarcaciones como Cacocum, Antilla y el municipio cabecera, donde provocó severos desprendimientos y vertimientos en 13 embalses — como Mayarí, Nipe y Cacoyugüín — que recibieron más de 198 millones de metros cúbicos de agua adicionales.
Durante cuatro horas del paso del ojo por el territorio, el fenómeno meteorológico dejó una estela de árboles caídos, calles obstruidas, tejidos eléctricos y telefónicos dañados, así como afectaciones en obras públicas y derrumbes parciales y totales de techos de viviendas.
Tras su salida, en las cercanías de la localidad de Guatemala, en Banes, comenzó la evaluación de daños y se desplegaron equipos especiales para las labores de rescate en comunidades inundadas, entre ellas Estrada, de Urbano Noris, y Santa María, de Cacocum, donde fueron protegidas cerca de 28 personas de todas las edades.

Desde la fase informativa, el Consejo de Defensa Provincial y sus grupos de trabajo crearon condiciones para minimizar los daños materiales y humanos, lo que permitió evitar afectaciones graves en instituciones de salud pública, educación, el Aeropuerto Frank País, los parques solares fotovoltaicos y la Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez.
En el ámbito económico, los sectores más perjudicados son la agricultura, con daños significativos en cultivos de plátano, frijol, maíz, yuca y hortalizas en varios municipios, y las comunicaciones, que registraron la pérdida de la señal de televisión digital y alrededor de 20 mil servicios tecnológicos.
Los holguineros, en medio de la fase recuperativa, lamentan las pérdidas materiales causadas en el oriente del país por el huracán Melissa, pero celebran el milagro de preservar la vida ante un evento de gran intensidad que quedará en la historia de Cuba.
