La Habana, 28 jun (ACN) Un cuarto de siglo separa hoy a Cuba de aquel 28 de junio del 2000, y la postal tan potente para el mundo del regreso de un padre y su hijo, que significaba la consumación de la lucha de todo un pueblo por lograr ese anhelado reencuentro.
A sus 31 años, Elian González Brotons agradece el privilegio de acudir a sus vivencias con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el principal artífice de la movilización popular que lo trajo de vuelta a su Cárdenas natal con esa familia extendida de cubanos, a su consideración regalo también del líder histórico de la Revolución cubana.
Era apenas un pionero de seis años cuando el 22 de noviembre de 1999 su madre intentó, ilegalmente, sacarlo de Cuba, lo cual condujo al naufragio del bote en que viajaban que ocasionó la muerte de 11 de los ocupantes, entre ellos, su madre, excepto la de Elian y dos personas más.
El niño, aferrado a un neumático, fue rescatado por pescadores y conducido a territorio norteamericano, donde se convirtió, tras el justo reclamo de su padre, en el centro de la batalla de todo un pueblo que no dejó de luchar por su regreso.
Al llegar a tierras de la Florida el menor fue entregado al cuidado de Lázaro González, un tío abuelo paterno residente en Miami, quien poco después, en abierta complicidad con la mafia anticubana, se opuso a todo intento de retornarlo a Cuba.
Este fue el inicio de una larga batalla legal y judicial, ante la negativa de los grupos anticubanos de reconocer el derecho a la patria potestad de Juan Miguel y devolverle al niño, y de movilizaciones populares hasta conseguir su regreso el 28 de junio del 2000.