Santiago de Cuba, 20 mar (ACN) Con la presencia de Beatriz Johnson, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y primera secretaria de esa organización política en la provincia santiaguera, concluyó hoy el Taller nacional de mujeres directivas del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, realizado durante dos días en esta ciudad suroriental.
Fragmentos del filme Retrato de Teresa, clásico del cine cubano y ejemplo del tránsito de una joven textilera y madre de tres hijos hacia el empoderamiento, motivaron el debate de la jornada, en la que se presentaron 11 ponencias de diversas temáticas, tanto técnicas e históricas como experiencias de liderazgo.
Odalys González, especialista de cuadro de la Cervecería Tínima de Camagüey, significó que a pesar del marco regulatorio existente en el país para proteger y defender los derechos y la participación de las féminas en todas las esferas de la sociedad, desde la Constitución de la República, los códigos de las familias, civil, del trabajo, la Ley de maternidad y el Programa de adelanto de la mujer persisten límites para su desarrollo profesional.
Dirigir es una ciencia, un arte, pero si eres mujer es indudablemente un reto, manifestó González, y señaló las dificultades para crecer laboralmente cuando se es madre, esposa y directiva, pues se gana cada día una batalla personal, ante el desafío de gestionar tiempos y recursos de manera efectiva sin descuidar las responsabilidades familiares.
Las áreas productivas donde las mujeres lideran tienen características distintivas y superiores: eficiencia económica, orden, limpieza, prevención y previsión, cultura del detalle, trabajo en equipo y creatividad, dijo Caridad Agüero, directora de la Empresa de Bebidas y Refrescos de Las Tunas.
Se refirió al papel de la mujer en Cuba a partir de la historiografía documental de movimientos feministas y su protagonismo como parte del Movimiento 26 de Julio, las luchas clandestinas, el Ejército Rebelde y luego del triunfo de la Revolución, cuando comienzan a darse pasos en función de su emancipación.
Enumeró entre los logros después del primero de enero de 1959 la licencia de maternidad y paternidad, creación de círculos infantiles y sistemas de seminternados en beneficio de las trabajadoras, las leyes contra la discriminación y el machismo, la participación en las actividades de la defensa, de ciencia, tecnología y salud, en los procesos eleccionarios, e incluso la modificación de la imagen de la mujer en los medios masivos de comunicación.
Zoraida Díaz, de la Cervecería Hatuey de Santiago de Cuba, señaló que en esa entidad el éxito de las directivas se relaciona directamente con el uso efectivo de la planificación, la constante capacitación como elemento fundamental para el avance de cualquier proceso, el aporte en la formación de valores como la responsabilidad, laboriosidad y respeto, basados en el ejemplo personal, así como el fomento de la unidad en el colectivo y la comunicación oportuna.
A través de historias de vida, experiencias propias y de sus compañeras, las empresarias abordaron sus retos en la sociedad cubana actual y expusieron estrategias para la transformación, como el diseño de programas de superación, y plasmaron la necesidad de implementar otras políticas y prácticas que promuevan la conciliación entre la vida laboral y familiar.
La primera secretaria del Comité Provincial del PCC en Santiago de Cuba celebró la iniciativa que convoca y estimula la inteligencia colectiva, el trabajo en equipo, fortalece la unidad y el trabajo político e ideológico, pone en evidencia el papel de la mujer en la economía y ofrece una pauta para entender qué se debe ir corrigiendo.
Nosotras seguiremos siendo el horcón de la familia, las principales decisoras en el hogar y en la casa grande que es la patria, dijo Johnson, de ahí la importancia de seguir ponderando el valor de las féminas y darles el justo reconocimiento a partir de la visión emancipadora del Comandante en Jefe Fidel Castro, el General de Ejército Raúl Castro y como continuidad el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Catalogó a las presentes como mujeres empoderadas que se mantienen defendiendo la Revolución y las conquistas del socialismo, y las felicitó por sus éxitos en cada uno de sus puestos de dirección.
Igualdad de género, independencia económica, superación académica y técnica, desarrollo de la innovación como alternativa productiva, persistencia de estereotipos discriminatorios, entre otros aspectos fueron analizados por las participantes de todas las provincias del país, entre poemas, videos y canciones que amenizaron el encuentro.
Durante estas jornadas de intercambio, encabezadas por Elena Castillo, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas en el territorio, y Maidel Linares Ramos, vicepresidenta primera del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, se evidenció que el verdadero empoderamiento femenino no es solo alcanzar determinado cargo, sino lograr crecer y explotar la mayoría de sus potencialidades en cualquier ámbito de la vida.
En Cuba el 48,6 por ciento de los cargos de dirección se encuentran ocupados por mujeres, quienes desempeñan un rol esencial en la configuración de un futuro más equitativo y diverso en las esferas política, empresarial, social y cultural, destacándose como agentes de cambio, fortaleciendo las organizaciones, fomentando la creatividad y contribuyendo al desarrollo sostenible de las comunidades.
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