Guantánamo, 30 may (ACN) Brayan de Jesús Navarro Peña tiene nueve años, cursa el cuarto grado en la Escuela Especial 14 de Junio, de esta ciudad, sus asignaturas preferidas son Matemática y Educación Física y es el presidente del Colectivo de Pioneros de su centro, un rol que asume con orgullo y responsabilidad.
También le gusta pintar y jugar fútbol a este niño inquieto, de un brillo especial en sus ojos, risa contagiosa y en cuyo mundo, marcado por una sordera profunda, no hay barreras para la comunicación.
Soy un niño feliz, -dice Brayan, con sus manos danzando en un lenguaje que fluye como un río, “mi familia es amorosa, y somos muy unidos, mi mamá me ayuda a entender las palabras, mis padres y mi hermana mayor también son sordos y a través de la lengua de señas nos comunicamos; en la escuela me siento bien con mis compañeros, ellos son como mi familia”.
En la VI Asamblea General de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba ( ANSOC), Brayan asistió como invitado especial de la delegación guantanamera y fue reconocido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República.
Me sentí muy orgulloso y emocionado al conocerlo, quiero ser un líder revolucionario en el futuro como Fidel Castro y asistir a la universidad, confiesa.
También es delegado directo al Congreso de Pioneros por el 64 Aniversario de la Organización Pioneros José Martí (OPJM) que se celebrará el 14 de junio próximo en La Habana.
Como pionero cubano, me siento bien en mi escuela y en la OPJM, sueño con un futuro inclusivo, un espacio donde sordos y oyentes puedan socializar sin barreras, quisiera que se creara un equipo deportivo para todos los niños, hasta a los que poseen alguna condición de discapacidad y que el lenguaje de señas se convierta en una asignatura complementaria en todas las enseñanzas.
Yeniset Pérez Anduja, su madre, Licenciada en Educación Especial e instructora de Lengua de Señas en la “14 de junio”, observa a su hijo con admiración, y cuenta que cuando nació Brayan no sabían si sería oyente o sordo, puesto que su hija mayor también lo es, desde sus primeros días se dedicaron a estimular su audición, hasta que se confirmó su diagnóstico.
Refiere que desde muy pequeño Brayan conoce la lengua de señas, está acostumbrado a relacionarse con personas sordas, “a los dos años ingresó a la Escuela Especial, donde continuó aprendiendo, la sordera no es una limitación para nadie, aquí le imparten clases de apreciación auditiva, talleres de socialización con otros niños sordos, asignaturas de grado, lo cual le permite que se inserte en la sociedad y que algún día sea universitario, expresa Yeniset.
Comenta con alegría que cuando asistió a la Asamblea General de la ANSOC se sintió muy orgullosa al ver hasta dónde ha podido llegar, y ser reconocido por el presidente del país, él es un niño especial.
Si está en la calle y no anda con ningún intérprete logra comunicarse mediante alternativas, utiliza una hoja para escribir, se lo muestra a las personas y le responden con escritura, para eso la escuela le importe la asignatura de Lengua Española, para que compense su comunicación, dice.
Subraya que es importante que los padres de niños sordos aprendan lengua de señas, a menudo las personas oyentes no comprenden a sus hijos en esa situación, en la sociedad todavía no se les asimila como se debería, a veces se burlan de su voz o no saben cómo comunicarse con ellos, la empatía y la sensibilidad son esenciales, es importante hablarles de frente, gesticular bien, no darles la espalda, son pequeños gestos que marcan la diferencia.
Francisca Serse Redón, psicopedagoga y profesora de Apreciación Auditiva en la escuela, se une a la conversación e insiste en que la apreciación auditiva es fundamental para niños como Brayan, él siempre ha sido muy vivaz, con deseos de conocer, independiente, lo que favorece su desarrollo, realiza un análisis de cualquier problema, llega a conclusiones y se desenvuelve en sus dos lenguas: la de Señas y el Español hablado.
Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos, el bloqueo económico que afecta al país complica el acceso a prótesis auditivas que podrían mejorar su calidad de vida y potencial, remarcó.
Brayan es un pionero cubano que desafía las adversidades, abre caminos y en cada gesto nos invita a soñar con un futuro donde todos tengan voz, y la inclusión sea la norma y no la excepción.