Las Tunas, 22 sep (ACN) Tras la derrota de las Comuna de París en 1870, que ocasionó unos 30 mil muertos, un grupo de los comuneros pudo escapar a la persecución, al cruzar la frontera con España. Pero en esa nación ibérica fueron deportados hacia una de sus colonias: Cuba.
El Puerto de Nuevitas, en Camagüey, fue el punto de desembarco, pero luego cogieron rumbos distintos. Y a Las Tunas llegó Charles Philip Peissot que ya estaba asignado a la fuerza española para que combatiera contra los mambises, arcabús en ristre.
Pero Philip Peissot no tenía sangre para eso, y se unió a las tropas del Mayor General Vigente García como el agente Aristipo. Fue entonces cuando fungió como secretario del comandante español Felix Toledo Vidal, jefe militar de la Plaza de Armas de Victoria de Las Tunas.
Desde entonces el insigne patriota tunero tenía toda la información de lo que acontecía en el mando de la Metrópoli, sobre todo en septiembre de 1876, cuando el día 23 los mambises asaltaron la ciudad y el 26 prendieron fuego a la localidad, iniciado por la propia casa del General García.
En la lucha victoriosa de los criollos tuvo mucho que ver la información de Aristipo, pues antes del asalto ya el León de Santa Rita conocía la ubicación de las trincheras, los fortines, la cantidad de soldados armados, la artillería y los puntos más vulnerables para entrar a la ciudad.
Al año siguiente Charles Philip Peissot cayó en el combate de Las Mercedes, con los grados de capitán, bajo el mando del Coronel José Sacramento León Rivero.
En ese enfrentamiento un soldado enemigo lo identificó y posteriormente lo hicieron pedazos y esparcieron por toda la Plaza de Armas.
El comunero no solamente fue el fiel aliado de los mambises, en Victoria de Las Tunas sostuvo matrimonio con Iria Mayo Martinell, con quien tuvo una familia.
Aunque menos conocido, Charles Philip Peissot forma parte del grupo de foráneos que se unieron a los mambises, como Máximo Gómez, Henry Reeve, Modesto Díaz y Thomas Jordam, entre otros.