La Habana, 15 abr (ACN) Sobre la formación humana e intelectual del médico contemporáneo en Cuba se debatió hoy en la primera jornada del XI Encuentro La Bioética en la Educación Superior, dedicado al uso de la biotecnología, la inteligencia artificial y su influencia en la vida cotidiana.
René Salvador Zamora Marín, presidente del Comité Nacional Cubano de Bioética, expuso a los más de 100 delegados presentes en la Facultad Victoria de Girón de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, que los profesionales de la salud deben ser filósofos, ingenieros y tener conocimientos de pedagogía, para entender mejor los problemas sociales y poseer una vocación ética con el fin de contribuir a resolverlos.
Desde las universidades hay que continuar apostando por el conocimiento médico especializado y puesto en práctica para beneficio de la humanidad de manera responsable y de acuerdo con las necesidades actuales de las sociedades, dijo el especialista.
Señaló la responsabilidad del profesor en propiciar la formación integral de la personalidad del estudiante, lo que se traduce en el estímulo a su independencia y creatividad, el autoaprendizaje y la autoevaluación.
Zamora Marín instó a centrar el proceso docente-educativo más en el aprendizaje que en la enseñanza y basarlo en la adquisición de competencias en correspondencia con las necesidades de salud y el enfoque biopsicosocial de la Medicina, con la premisa de lograr sanidad para todos mediante la estrategia de la Atención Primaria de Salud.
Concientizar al estudiante en la necesidad de desplazar el proceso salud-enfermedad del individuo enfermo al sano y de lo individual a lo colectivo, en reconocer la importancia del trabajo en equipo, multidisciplinario y en la participación comunitaria para la solución de los problemas, en el papel de la familia y todos los aspectos relacionados con la dimensión humana de la profesión resulta esencial hoy en las unidades docentes, aseveró.
La ocasión fue propicia para homenajear a los profesores Célida Valdés Menocal y Ernesto Bravo Matarrazo, por sus aportes científicos al campo de la bioética en Cuba, fundadores de la maestría en esta disciplina donde se han formado miles de profesionales y de los coloquios sobre la rama realizados por más de 20 años.
José Ramón Acosta Sariego, coordinador del evento, resaltó el valor del libro Filosofía y Medicina, del profesor Bravo Matarrazo, que compila el pensamiento bioético en el ámbito nacional e incluso es una expresión temprana en el contexto latinoamericano y caribeño, valor que debe defenderse por el aporte a la cultura científica cubana.
Tambien destacó que la bioética como disciplina es una fortaleza académica de la Facultad Victoria de Girón, entidad pionera de su desarrollo en el país.
Este centro de Educación Superior cuenta con una cátedra de Bioética y un Comité de Ética de la Investigación Científica que se incluyen entre los de más larga experiencia y resultados de trabajo sostenidos en el tiempo y ha sido sede de procesos de formación de pre y posgrado, proyectos de investigación, publicaciones y eventos científicos en el campo de este nuevo tipo de saber de integración, añadió.
Hasta el próximo 17 de abril sesionará el XI Encuentro La Bioética en la Educación Superior, espacio donde se dialogará sobre ética en la aplicación de las neurotecnologías así como en la inteligencia artificial y su relación con la creatividad humana.
Además se realizará el V Taller Retos éticos de la tercera edad: las personas mayores y la informatización de la vida cotidiana.