Hay ingeniosos en la Empresa de Cepillos y Artículos Plásticos Juan Antonio Márquez, de Ciego de Avila, donde la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) y el movimiento sindical cubano, cuentan con los aportes de Richard Javier Yera Aguilar, seguidor de la impronta del entonces Ministro de Industria, fundador del centro que le abrió a él las puertas para el inicio de su vida laboral.
El talentoso joven expresó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) el orgullo que hubiese sentido de haber conocido al Che cuando inauguró la entidad, conocida en la actualidad por Cepil, el 13 de febrero de 1963.
Ahora, con 25 años de edad, considera que ha sido corto este tiempo para conocer toda la historia del artífice del trabajo voluntario. A la vez, reconoce que más prolongado será el camino para continuar honrando al Guerrillero Heroico en los puestos de trabajo de la única empresa de Cuba transformadora del plástico en útiles para el hogar.
Hoy es complejo pero no imposible el cumplimiento de tal propósito ante las restricciones materiales y financieras del país.
Richard se pertrechó de múltiples experiencias en calidad de delegado directo a las sesiones finales de la Tercera Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores de Industrias (SNTI), celebradas los días 27 y 28 de noviembre último, en La Habana.
Frente a los desafíos este guerrillero de la producción, de la mano de ideas innovadoras, triunfa con fructíferas estrategias.
“Una de las soluciones ganadoras de Premio Relevante –ejemplificó– fue la reanimación, con la colaboración de otros compañeros , de una máquina de inyección transformadora del plástico que amenazaba con apagarse para siempre.
“Por esa causa estuvo paralizada la producción pocos días porque le dimos solución a la avería mediante la creación de un circuito con diodos, que restableció el funcionamiento de las válvulas al proporcionarle el voltaje adecuado al equipo.
“Aunque con un poco más de tiempo de aplicada también obtuvo reconocimiento, otorgado por las BTJ, la inventiva relacionada con la reparación del molde de la tapa de la cubeta de 10 litros, le adapté una resistencia y el mecánico le adecuó una arandela hecha en el torno, lo cual evitó el derrame de la materia prima en la cavidad de dicho molde y así posibilitó la continuación del proceso fabril de este producto”.
En dependencia de la disponibilidad de energía eléctrica, actualmente fabrican entre mil y mil 200 cubetas diarias de 3,8 litros en dos turnos de trabajo, mientras que en las de 10 litros completan las 900 unidades, con destino a las sucursales de todo el territorio nacional de la Empresa de Pinturas Vitral, a partir del aseguramiento de las materias primas provenientes de los encadenamientos productivos con entidades de varias provincias.
La contribución del también estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Mecánica en la avileña Universidad Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila, forma parte de los resultados de mayor impacto de las más de 400 innovaciones que contribuyeron a que el colectivo de Cepil atesore varios reconocimientos como el Premio Nacional de Innovación Tecnológica y la condición de Vanguardia Nacional, del SNTI.
“Además, es gratificante representar a mi empresa en el movimiento sindical, con el cual estoy aprendiendo y se requiere trabajar con espíritu innovador en su funcionamiento orgánico”, concluye el diálogo con la ACN el secretario general de la sección sindical del área de mantenimiento y maquinado en Cepil, y miembro del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba.