¿Sobreviviría la Tierra sin bosques? Sería triste imaginar al planeta azul convertido en un desierto. El calor sofocaría a las urbes más cosmopolitas, mientras, el agua devendría objetivo de guerras. Así perecería la humanidad en un ambiente asediado por la aridez.
La concreción de esta pesadilla funciona como guión para una película de catastrofismo, muy de moda en la industria del burdo entretenimiento, mas, la realidad exige análisis optimistas.
Construir un futuro permeado de árboles, aire puro y suelos fértiles es la premisa de los participantes en el VIII Simposio Internacional sobre Manejo Sostenible de los Recursos Forestales SIMFOR 2014, celebrado del 17 al 19 de junio en Pinar del Río.
La Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca acogió la realización de este evento aglutinador de estudiantes, profesores, investigadores y empresarios cubanos y de otras 20 naciones con el ímpetu de compartir ciencia, saberes y vivencias.
Sembrar y cuidar
Horcones de los pueblos, purificadores del entorno, amigos verdes... sobrarían epítetos conocidos para calificar al sustantivo bosque. Desde la infancia hemos escuchado acerca de sus características e importancia socioeconómica.
Para el Doctor Theodor Friedrich, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Cuba, "el trabajo forestal está sumamente relacionado a las actividades agrícolas; en este sentido, Pinar del Río es una provincia favorecida pues posee una considerable superficie boscosa".
Actualmente la FAO trabaja en diferentes líneas, entre ellas, los estudios de cobertura forestal ejecutados mediante asesorías en varios países miembros, además de promover políticas de manejo sostenible desde la tenencia de la tierra hasta la fase productiva.
"Frecuentemente agricultura y forestal son consideradas áreas antagónicas pues el desarrollo agrícola arrasa con los recursos forestales. Hoy nos proponemos salvar esa frontera”, afirma Friedrich.
En las sesiones de SIMFOR 2014 trascendió la pertinencia de instrumentar la agricultura de conservación, como trampolín hacia una producción diversificada e integrada de los servicios agroforestales, la ganadería y los cultivos en confluencia con la protección y educación ambiental, aunque, avanzar en el camino hacia la sostenibilidad es todo un reto.
"En Cuba no podemos hablar todavía de agricultura sostenible pues el país necesita aplicarla en los organopónicos, pero también en el campo. Cuando uno recorre la Isla, predominan los campos monoproductivos. El 70 por ciento de los suelos están degradados, eso significa que no absorben el abono y es tarea esencial combatir esta problemática, para ello necesitamos apoyo político y económico".
Sobre este acápite, la Doctora Isabel Russó, directora de la rama forestal en el Ministerio de la Agricultura apunta:
"Hoy la misión es integrarnos como un sector ambiental, económico, ecológico, agrícola y social. La voluntad política del país está dirigida a aumentar y desarrollar el sector forestal. Debemos garantizar la calidad de la cobertura vegetal e incrementar la aplicación de tecnologías a fin de rediseñar estrategias en un proceso de actualización de cara al 2030".
Con los pinos nuevos
Con el propósito de fomentar una participación sociopolítica activa en tono a la relación hombre - naturaleza, la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca ha formado hasta el presente curso 2015 profesionales del sector forestal.
Encaminada también a incentivar el afán de investigar en las generaciones recientes, este centro de educación superior, desarrolla varios proyectos, entre ellos, el evento SIMFOR, así lo corrobora la Doctora Milagros Cobas, directora del Centro de Estudios Forestales y coordinadora del simposio:
"Los aportes y cuestionamientos de estudiantes son el baluarte principal de este encuentro que venimos realizando, de forma bienal, desde el año 2000 hasta la fecha".
Al respecto, Yanely Peña, futura ingeniera, piensa que la primera tarea para luchar por un futuro mejor es guiar a sus coetáneos hacia la protección de los bosques.
Asombrada al contemplar a tantos jóvenes asistentes a esta cita, Hon Lempy Lucas, viceministra de Agricultura, Agua y Forestal de Namibia, asegura que resulta raro constatar esta realidad en su país pues "el objetivo principal no es solo aprender sobre vegetación o siembras, sino también compartir experiencias".
Por su parte, Alfonso Suárez, profesor de la Universidad Autónoma de México opina que la juventud deviene el período de maduración de las ideas.
"En las ciencias forestales estudiamos que el bosque tiene edades. A los árboles nuevos les tocará enfrentar los problemas del mañana, especialmente la crisis alimentaria que se avecina, por lo que tienen que prepararse, comenzar a sembrar y producir alimentos".
El manejo sostenible de los recursos forestales en Cuba es una alternativa posible. Ciencia y tecnología hallan recodo en un debate polemizador entre investigadores bisoños y otros más experimentados. Las iniciativas parten de esta armonía, SIMFOR 2014 lo ha demostrado con creces.