La intimidación en el deporte, como recurso estratégico, puede resultar determinante a la hora de agenciarse la victoria sobre un contrincante de consideración en el escenario competitivo, aunque es válido destacar que esa carta bajo la manga estará condicionada también por la experiencia y personalidad del rival.
Varias son las anécdotas en la historia, incluso en el deporte cubano, como las constantes celebraciones eufóricas de las Morenas del Caribe ante las brasileñas, con cada tanto marcado, en una de las semifinales del voleibol femenino en los Juegos Olímpicos Atlanta 1996, duelo que culminó incluso en una riña dentro y fuera de la cancha.
Asimismo, la mera presencia o coincidencia en un mismo espacio con un atleta de sobrado nivel puede consternar al más apacible de los competidores, como ha sucedido.
Por ejemplo, cada vez que el pistolero Leurys Pupo asiste a torneos del área latinoamericana, según cuentan, el piso parece temblarle a sus rivales desde que lo ven llegar.
Muchas son las artimañas que suelen emplearse para amedrentar, ya sea directa o indirectamente, con un ademán corporal o gesto facial, pero lo cierto es que cada vez son más usadas por los deportistas, para al menos sacar de paso a su rival de turno.
Existe una anécdota muy simpática, entre dos pesistas cubanos y un colombiano, comentada por Yadier Núñez, uno de los involucrados en el hecho, cuyo resultado seguramente comenzará por proporcionarle un nombre en el mundo de la halterofilia.
Cuenta el entonces debutante Núñez, que previo al inicio de la competencia en el Campeonato Panamericano de pesas de 2014, en República Dominicana, su compañero de equipo y de división (85 kilogramos), Yoelmis Hernández, lo puso a calentar intencionalmente frente al colombiano Ferney Manzano, favorito para la presea de plata.
Como el metal dorado quedaría virtualmente en poder de Cuba, a manos de Hernández –tres veces medallista mundial-, este trabajó con maña y experiencia para asegurarle a su coterráneo el segundo escaño del podio, desde el mismo entrenamiento.
Varios fueron los ejercicios y repeticiones con continuos incrementos de peso en la palanqueta que, desde su plataforma, levantaba Yadier una y otra vez sin pestañear, mientras que Yoelmis lo alentaba en voz alta y agregaba más discos frente a Manzano, quien comenzó a fallar una y otra vez cada alzada en su área de preparación.
Al final, el esfuerzo rindió sus frutos y, más allá de que Núñez está llamado a sustituir al titular cubano de esta división, resulta favorable evitar cualquier tipo de inconvenientes que se puedan presentar en la competencia.
Como se esperaba, Yoelmis se alzó con el título al totalizar 364 kilogramos, con un arranque de 162 y envión de 202, mientras que su compañero de equipo logró la plata, con registros de 352/157-195, seguido por Manzano (349/156-193).
Ahora la historia se repite en los XVII Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, que este lunes verá en acción a ambos competidores de la isla caribeña, aunque para esta ocasión no estará el referido colombiano. !Sabrá “Dios” entonces que artimañas tendrán preparadas esta vez bajo la manga!.
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