Cuando de sensibilidad se trata hay un tipo de enseñanza que conjuga sobremanera los más nobles valores de altruismo y responsabilidad, y es que la Educación Especial resulta de los programas más hermosos y esforzados del sistema educativo cubano, desde el propio triunfo de la Revolución en 1959.
Esta enseñanza, cual alas para volar, luz para iluminar, camino para conducir, se encarga de atender en Las Tunas a unos mil 354 estudiantes distribuidos en alrededor de 15 instituciones de la educación general, que van desde la primera infancia hasta la secundaria básica; además de cuatro hogares de infantes y adolescentes sin amparo familiar.
Leonardo Ramírez Cruz, jefe de este departamento en la Dirección Provincial de Educación, se refirió en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias a las acciones que se acometen en esta rama a pesar de las limitaciones concretas dadas por el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba y el déficit de cobertura docente en los últimos tiempos.
Si de sortear obstáculos se trata, maestros y especialistas ponen todo su ingenio y amor en función de quienes ocupan las aulas por su discapacidad intelectual, visual o auditiva y son trasladados al Centro educacional de servicios especializados, o presentan dificultades generalizadas para el aprendizaje.
A partir del perfeccionamiento se establecieron también los maestros de atención ambulatoria, así como logopedas, psicopedagogos y otros, lo que representa mayor énfasis en el trabajo personalizado en vinculación con la familia, significó Ramírez Cruz.
De igual forma, otro grupo de infantes y adolescentes que están en situación de inclusión, caracterizados por estas condiciones y se mantienen en la red de escuelas regulares, reciben atención en aras de su correcta evolución y desarrollo psicosocial.
Cuando la enseñanza especial en Cuba cumple un nuevo aniversario este 4 de enero, en el territorio tunero se trabaja por ejemplo, en la ampliación de una habitación en uno de los hogares de niños sin amparo, sitio donde el cariño y el aprendizaje los guía para vivir en la armonía y responsabilidad de una gran familia.
También y a pesar del impacto negativo del bloqueo, que perjudica la adquisición y montaje de talleres polivalentes de carpintería, confección de textiles y otras actividades laborales en las escuelas especiales, la enseñanza no se detiene.
Los equipos de estimulación auditiva, en especial los de implante coclear, están entre los más demandados; sin embargo el programa provincial realiza el diagnóstico y tratamiento especializado desde las primeras edades y la reciente llegada de un Laboratorio Digital de Prótesis Auditivas para la toma de impresiones es una de las más recientes alegrías.
Escuelas como la Ramón Téllez, la Camilo Cienfuegos y la "Turcios Lima" ubicada en la calle Julián Santana, en el corazón de la urbe tunera y del norteño municipio de Puerto Padre, son ejemplos de que cuando se quieren hacer las cosas con corazón y compromiso, no existen imposibles.
La Ramón Téllez, fundada hace 21 años, resalta por acoger a unos 103 infantes con discapacidad visual y auditiva de todos los municipios de la provincia, pero también por su trato educativo y de condiciones de vida, y hasta transporte, que reciben sus protagonistas.
Para este nuevo aniversario de la Enseñanza Especial en Cuba, la convocatoria es celebrar en cada uno de los municipios porque nadie mejor que la propia escuela y comunidad para saber cuánto se ha logrado y resta aún por hacer en la inserción y avance de estos niños, niñas y adolescentes en la vida laboral y social, aseguró el directivo Leonardo Ramírez Cruz.
Los retos seguirán siendo muchos, pero la satisfacción de buscar alternativas y ver los resultados de aprendizaje, cambios de conducta y trasformación positiva en cada estudiante y el impacto que esto provoca en las familias, son el mejor abono para seguir creciendo en esta obra de infinito amor y responsabilidad.