
Momentos trascendentales guarda la historia en la provincia de Pinar del Río, entre ellos los relacionados con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien otorgó a los hombres uno de sus bienes más preciados: la tierra.
Cuando en Cuba aún se respiraba el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 los cambios sociales y económicos no se hicieron esperar.
Entre los problemas plasmados en el alegato de autodefensa La Historia me Absolverá en el año 1953, Fidel daba luz a los principales males de la nación, uno de ellos el de la tierra.
Durante los primeros meses de victoria revolucionaria ocurrieron varios hechos en diferentes provincias relacionados con ese tema que aquejaba al pueblo cubano.
Justo al inicio de marzo de 1959 sobre las nueve de la noche, los residentes de Las Martinas, actual municipio de Sandino, recibieron al Líder de la Revolución Cubana.
Otorgar los títulos de propiedad de la tierra a los productores fue el objetivo de su visita, además de la repartición de 740 caballerías del antiguo latifundio de la Cuban Land and Leaf Tobacco Company, hecho que es considerado como el Ensayo General de la Primera Ley de Reforma Agraria, la cual se firmó posteriormente el 17 de mayo de ese año, de acuerdo con varias publicaciones históricas.
Fidel llegó en la fragata Antonio Maceo que lo trasladó hasta Arroyos de Mantua y de ahí fue por carretera al poblado de Las Martinas, donde tendría lugar el acontecimiento, según el periódico de la época Avance, citado por el semanario local Guerrillero.
Julio Sabatier, habitante de la zona en aquella época y el carpintero encargado de la tribuna improvisada para ese momento, sobresale en diferentes bibliografías.
Estuvo presente también en el agasajo y aseguró que Fidel llegó acompañado del Comandante Castiñeiras, jefe de la Marina de Guerra, y del capitán de fragata Isidro Contreras, y que al arribar se produjeron manifestaciones de júbilo y apoyo absoluto.
Frente a las antiguas propiedades de la compañía norteamericana Cuban Land y los dueños del comercio y cultivo del tabaco en la zona, ocurrió la concentración de los habitantes y desde la tribuna Fidel dialogó amenamente con el pueblo martinense, luego de hacer entrega de los aludidos títulos.
De forma simbólica ese día los recibieron seis productores, quienes compartieron un instante especial con él.
Los campesinos Julio Carmona, Felipe Reloba, Jesús Rodríguez, Blas Canga, Juan Ramos y Carmelo Cordero portaron el documento que los declaraba propietarios en pleno dominio de sus tierras.
Fue así que 340 campesinos, entre ellos mi bisabuelo, sostuvieron en sus manos aquel papel tan preciado, subrayó en entrevista al periódico Trabajadores Rolando Lamas Machado, bisnieto de Jesús Rodríguez.
La tierra fue el principal anhelo de los martinenses, utopía que solo la Revolución logró materializar junto a otras victorias sociales como la erradicación del analfabetismo, la electrificación e incluso la culminación de la carretera que une la zona entre La Fe y Cortés, manifestó entonces.
Aquel suceso ha trascendido entre generaciones que crecieron a la escucha de los protagonistas del momento extraordinario.
Y es que en la memoria de los residentes de ese sitio perduran las vivencias de sus familiares cuando se puso fin al latifundio y a la explotación que sufrían las clases más pobres en esa área de la geografía de Vueltabajo. (Yoslaine Sánchez Arronte, ACN)