Escándalos de dopaje, renuncia de atletas y discrepancias entre las autoridades gubernamentales y olímpicas de Venezuela, fueron algunos de los elementos desfavorables que tuvieron los IX Juegos Panamericanos, con sede en Caracas en 1983.
No obstante, en esa cita multideportiva continental Cuba siguió con su ascenso cualitativo en cuanto a resultados, al conquistar 80 medallas de oro -16 más que en San Juan 1979-, lo que unido a las 49 preseas de plata y 45 de bronce, hizo que se consolidara en el segundo lugar de la tabla general.
Estados Unidos (148-101-53) volvió a liderar por países y Canadá (22-42-55) mantuvo la tercera posición.
Entre las actuaciones más destacadas, los pugilistas cubanos mostraron gran nivel sobre el cuadrilátero para adueñarse de ocho títulos, y superar de esa forma los siete conseguidos en Ciudad de México 1975.
Un dato importante es que en el boxeo fue agregada la división de más de 91 kilogramos, por lo que subieron a 12 las categorías en disputa.
Para la mayor de las Antillas llegaron otras alegrías en la gimnasia artística masculina, con Casimiro Suárez como principal figura; y además se logró la cima en esgrima y judo.
Asimismo, pese a tener descalificados a dos de sus mejores halteristas, los forzudos de la isla caribeña prosiguieron con su dominio en el levantamiento de pesas; así como también en la lucha en el conjunto de sus modalidades, aun sin presentar competidoras en zambo.
Relacionado con los deportes colectivos, los elencos de béisbol y voleibol (f) que representaron a la Antilla Mayor se coronaron por cuarta ocasión consecutiva; en tanto los voleibolistas no pudieron batir a la selección de Brasil, en la lid varonil.
Entre los sucesos que mancharon el espectáculo en la justa continental de Caracas, casi una veintena de atletas de nueve naciones fueron descalificados por el uso de sustancias prohibidas.
En medio de ese escándalo, algunos concursantes optaron por marcharse de los Juegos Panamericanos hasta sin competir, aludiendo causas de índole diversa, como ocurrió con deportistas estadounidenses.
Esas ausencias incidieron en el bajón de calidad del atletismo, disciplina en la que los cubanos, entre los hombres, se situaron en la cúspide por primera vez.
En 1987, la lid multideportiva tendría como escenario a la ciudad de Indianápolis, en EE.UU. (Manuel Asseff Blanco, ACN)