Por segunda ocasión en la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Cuba se ausentó, ahora a la cita de San Salvador 2002 debido a la falta de garantías para la seguridad de sus deportistas.
De ese modo, en la capital salvadoreña se rompía un reinado de ocho ediciones consecutivas en el medallero por naciones, que databa de 1970; y México se agenciaba la cima del podio con su delegación más numerosa (904 atletas).
A los mexicanos- dueños de 138 oros, 111 platas y 102 bronces- los siguieron venezolanos (103-94-80) y colombianos (62-60-57); en tanto que naciones como Santa Lucía, Dominica, San Cristóbal y Nieves e Islas Vírgenes lograron sus primeros títulos.
Esta XIX edición de la justa multideportiva, celebrada del 27 de noviembre al 17 de diciembre, acogió cifra récord de deportes (37), de los cuales cinco se efectuaron en República Dominicana (racketbol y balonmano), México (velas), Guatemala (canotaje) y Puerto Rico (hockey sobre césped).
Se incluyeron en el programa de competencias las disciplinas de pentatlón moderno y squash; y se retomaron el bádminton, el balonmano, el canotaje, el clavado y el patinaje, señala el ya fallecido periodista Enrique Montesinos en su libro Los Juegos Regionales Más Antiguos.
La presencia a la ceremonia inaugural del entonces presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías resultó significativa, así como también su solidaridad ante la desaparición física del remero Alexis Cova, durante una práctica en el escenario de competencia.
Como aspecto negativo sobresalen los 11 casos detectados de dopaje- uno menos que en Maracaibo 1998-, lo cual se tradujo en cambios en el medallero y en otras posiciones en 12 de las 447 pruebas convocadas.
Tras colgarse un oro y par de bronces en su retiro en esta versión de la lid, el tirador colombiano Bernardo Tobar se ratificó como el atleta más premiado en este evento, con botín de 29 medallas (9-11-9).
Por su parte, el nadador boricua Ricardo Busquets (dos coronas y tres terceros puestos) sumó a su cosecha histórica 21 preseas, aunque aún le faltaría una justa regional por asistir.
De los aztecas, las actuaciones más notorias llegaron por intermedio de Cinthia Valdés (5-1-0), en la gimnasia rítmica; la nadadora Adriana Marmolejo, con cuatro títulos y marca para la lid en la posta 4x100 metros combinados; los arqueros Juan Serrano (4-2-0), Marisol Bretón (4-1-0) y Luzmary Guédez (3-2-0).
Asimismo, Samantha Terán, dueña de las cuatro coronas posibles en el squash; y la entonces nacionalizada en ese país Liliana Allen (100 y 200 metros planos), del atletismo.
Allen se convirtió, junto a la cubana Ana Fidelia Quirot, en la máxima exponente de esa disciplina en Juegos Centroamericanos y del Caribe, con acumulado de ocho primeros lugares.
Relevante también resultó la ondina panameña Eillen Coparropa, monarca en los 50 y 100 metros estilo libre, con récords incluidos de 25.68 segundos y 56.58, respectivamente.
Además, la venezolana Fabiola Ramos, quien se adueñó de los cuatro títulos en disputa en el tenis de mesa.
Colectivamente, República Dominicana se impuso en ambos sexos del balonmano y baloncesto, el softbol masculino y el voleibol femenino; mientras Puerto Rico ganó en el béisbol, voleibol de sala y de playa (m).
México triunfó en el voleibol de playa (f) y polo acuático; Venezuela, en el softbol (f); Trinidad y Tobago, en el hockey sobre césped (m y f); y los anfitriones, en el fútbol.