Por Evelyn Corbillón Díaz
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11 Junio 2023

Del 7 al 22 de julio de 1978 se efectuó la XIII edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en la urbe de Medellín, Colombia, cita que regresó a esa nación manteniendo la característica de no tener a la capital como centro, pues en 1946 la anfitriona fue Barranquilla.

Del 7 al 22 de julio de 1978 se efectuó la XIII edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en la urbe de Medellín, Colombia, cita que regresó a esa nación manteniendo la característica de no tener a la capital como centro, pues en 1946 la anfitriona fue Barranquilla.

La justa significó para Cuba conquistar nuevamente la cima del medallero por naciones- tercera vez consecutiva- y dejar estampadas marcas históricas.

Otra vez sobrepasó con amplia diferencia a México en el podio, al cosechar 120 preseas doradas contra solo 25 de los mexicanos; al tiempo que Puerto Rico se agenció el tercer escaño (13 oros).

De espectacular se puede calificar la actuación de los cubanos en el béisbol, pues se coronaron por novena ocasión en la historia de la lid multideportiva y cuarta en línea; y por si fuera poco, anotaron 24 carreras en el tercer inning ante los boricuas, hecho sin precedentes en los Juegos.

En ese desafío, los de la mayor de las Antillas comenzaron debajo en la pizarra dos carreras por cero y en ese capítulo conectaron 17 indiscutibles, entre estos nueve jonrones, un triple y par de dobletes.

Ese elenco contó con la presencia de los estelares Pedro José Rodríguez, Antonio Muñoz, Armando Capiró, Rogelio García, Alfonso Urquiola, Braudilio Vinent, Agustín Marquetti, Rey Vicente Anglada y Pedro Medina, entre otros.

El atletismo aportó los otros dos récords de la delegación antillana en esa urbe, por intermedio del doble monarca olímpico en Montreal 1976 Alberto Juantorena, dueño de 44.27 segundos en la carrera de los 400 metros planos.

También en esa distancia, su coterránea Aurelia "Yeya" Pentón estampó un tiempo de 50.56 segundos. Ambos registros continúan vigentes.

Justamente en esa disciplina, la ínsula logró 50 medallas (27 oros, 13 platas y 10 bronces), con énfasis en Silvio Leonard, titular en los 100 y 200 metros y segundo en la posta 4x100; mientras que Juantorena se agenció la presea dorada en los 800, también con récord para el evento de 1:47.3 minutos, y bronce en el relevo 4x400.

Silvia Chivás igualmente brilló en los 100, 200 y 4x100 del deporte rey; Pentón se coronó, además, en los 800 metros y en el relevo 4x400, en este último Ana Fidelia Quirós alcanzó su primer metal áureo en lides regionales.

María Caridad Colón, con disparo de 63.40 metros -récord en ese momento-, escaló lo más alto del podio en la jabalina, el primero de tres éxitos consecutivos.

Cuba dominó en la gimnasia con 14 títulos (ocho para hombres y seis para las féminas), 11 platas y tres bronces, con destacada actuación de Roberto León Richard, quien se colgó el oro en barra fija, paralelas, arzones y por equipos; además, consiguió plata en anillas y final individual, dominadas por sus compañeros de equipos Jorge Roche y Enrique Bravo, respectivamente.

Por las damas descollaron Orisel Martínez, reina en final individual, caballo de salto y por equipos; y platas en manos libres y barras asimétricas; y Elsa Chivás, titular en manos libres, viga y en el apartado de conjuntos, así como bronce en la final individual.

Asimismo, los cubanos sobresalieron en el levantamiento de pesas, con 30 medallas (29-1-0), tiro deportivo (9-6-0), la esgrima (8-2-1), lucha libre (9-1-0), el boxeo (5-3-1), judo (8-0-0), ciclismo (1-1-1), clavados (2-3-0), nado sincronizado (2-1-0) y tenis de campo (0-0-2).

Colectivamente, se coronaron en baloncesto femenino, fútbol, polo acuático y voleibol, en ambos sexos, de acuerdo con el ya fallecido periodista Enrique Montesinos en su libro Los Juegos Regionales Más Antiguos.

Destaca el compendio histórico que, de manera general, Guyana y Honduras no pudieron asistir a Medellín debido a problemas económicos, de ahí que concurrieron 21 de los 23 países invitados oficialmente.

Dos mil 605 atletas participaron, de los cuales 648 fueron mujeres, una muestra de su constante incorporación a la práctica del deporte de alto rendimiento, señala el texto.

Ascendieron a 188 las pruebas disputadas, y aunque el deporte de velas salió del programa, fundamentalmente por tratarse de una ciudad sita en la zona montañosa del sistema de Los Andes, la esgrima regresó y debutó la natación sincronizada.