Convocado sector estratégico a ser locomotora de la economía

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Luz Marina Fornieles Sánchez| Foto Archivo
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26 Abril 2016

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Cada vez que se habla de Cuba y su potencial turístico, de inmediato surgen detractores y defensores a ultranza de otros vecinos de la competencia.

Por estos días se volvió a caldear el tema, cuando a propósito de los debates del Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba salieron a relucir cifras que avalan la consecuente apuesta del patio por el dinámico giro.

Fue en esa magna cita, en su Informe Central, cuando el ratificado Primer  Secretario del Comité Central del PCC, Raúl Castro,  instó a que “este sector estratégico finalmente se convierta en una locomotora de la economía nacional”.

Eso sucedió en su día inaugural y posteriormente en la comisión número dos quedó clara la necesidad de dejar atrás las soluciones coyunturales y diseñar un proyecto de país a largo plazo, objetivo fundamental del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.

Entonces, trascendió un ejemplo de las potencialidades de los encadenamientos y la integralidad en los programas de desarrollo, aportado por Manuel Marrero, delegado por Holguín, y quien abordó otro de los sectores estratégicos: el turismo.

El también titular del giro en la nación recordó que el pasado año se recibieron más de tres millones y medio de visitantes extranjeros, una cuantía que continúa en ascenso. Hasta el momento- mediados de mes-,  el ramo muestra un índice de crecimiento de 13 por ciento en relación con igual periodo del 2015.

Esos números históricos se alcanzaron, añadió el Ministro,  con 51 mil   habitaciones hoteleras, a las que se suman 14 mil  capacidades del sector no estatal. Estas últimas, dijo, están funcionando con eficiencia y se han convertido en un complemento importante.

El fin apunta- admitió- a  satisfacer una incrementada demanda hacia el mercado cubano, en especial después del cambio de escenario en las relaciones entre La Habana y Washington; a pesar del mantenimiento del bloqueo y la prohibición a los estadounidenses de hacer turismo en la Isla.

Marrero refirió que existe un proyecto para construir entre el 2016 y el 2030 unos 108 mil  nuevos cuartos, sumados a otras actividades extrahoteleras como marinas y campos de golf.

Están identificados los posibles lugares para instalar las capacidades, si cuentan o no con los servicios básicos de electricidad y agua potable, entre otros. A la par, señaló, se llevará a cabo un programa inversionista para elevar la categoría y los estándares de la planta actual. “No podemos cometer el error de otros países que, al tener nuevo desarrollo, dejaron en el olvido a los hoteles viejos”.

“El turismo tiene efecto multiplicador y está en condiciones de impulsar el auge de otras áreas de la economía para crear encadenamientos productivos”, aseveró finalmente esta fuente.

Tales noticias, porque así lo fueron y de ahí su rápida diseminación, provocaron entonces argumentaciones en pro y en contra del futuro cubano en esta esfera en la región y el planeta.

Solo veremos, por razones prácticas, un ejemplo, el del colega azteca Gerardo García, quién encabezaba su particular visión del tópico así: “Es difícil entender alguna amenaza si se desconoce su tamaño. Ahí viene el lobo, en efecto, pero no se sabe ni su tamaño, ni que tan afilados están sus dientes. Conocer la magnitud del reto, sirve necesariamente para saber cómo enfrentarlo. Y pues en este caso, parece que el ruido es mayúsculo ante tan pocas nueces.

Y luego de desmenuzar las trascendidas estadísticas concluyó:  “Sí, Cuba será un nuevo competidor en un mercado, el del Caribe, que crece anualmente en un 7.7 por ciento. Será en efecto imperativo que México no pare en mejorar su competitividad turística y su fortaleza de producto. Pero no creo que esas ciento ocho mil habitaciones nuevas sean un inventario capaz de desplazar al Caribe Mexicano de su liderazgo en la región”.

En más de una oportunidad, esta redactora ha defendido la opción de la mayor de las Antillas  de relanzar su propuesta para el ocio. El archipiélago persigue el avance económico,  más oportunidades para su proyecto social,  beneficios para su  pueblo, complementación de los productos turísticos del área (multidestino),  y, claro, para ello se impone la competencia.

Se busca una tajada del pastel, no todo el  cake, lo que razonadamente es imposible. Sumar y no restar preside tales andares. La ínsula no va tras la punta de a porque sí ni intenta soslayar a Dominicana, Puerto Rico o la nación de Benito Juárez, únicamente quiere lo que sabe puede y debe alcanzar.

Sin darle mucho más espacio al tema, porque la vida se encargará de concretar tales estrategias, vale una vez más volver sobre los atributos del Destino Cuba. Tiene los recursos naturales- afines a sus vecinos-, infraestructura diversa y empleomanía capacitada, hasta aquí bondades compartidas en mayor o menor medida por las partes adyacentes; sin embargo, la ínsula posee una reconocida estabilidad política y social y una seguridad ciudadana que muy pocos pueden exhibir. Por ahí vamos ganando puntos, que a otros le resultan inalcanzables…

Además, a partir del nuevo contexto internacional ha habido un incremento sustancial de la actividad y se está avanzando en las negociaciones para concretar otros negocios.   Entre los ejemplos más ostensibles en tal dirección se encuentran la firma de un acuerdo del gobierno y la cadena hotelera Starwood (EE.UU.)  para la administración de  tres hoteles en La Habana, convirtiéndose así este en el primer consorcio de este tipo en regresar a la isla después de 57 años.

A ello se agrega la vía libre dada por la Casa Blanca para que Priceline Group y AirBnB permitan a clientes estadounidenses reservar hotelería y alquiler de viviendas particulares en línea.

Asimismo, un total de 13 aerolíneas de Estados Unidos aguardan el permiso del Departamento de Transporte para ofrecer vuelos directos desde 20 ciudades norteñas; así como también el próximo dos de mayo  iniciará sus conexiones con este archipiélago la compañía de cruceros Carnival- la más importante del universo- , cuya nave visitará la capital antillana cada 15 días en su arrancada.

Las cualidades intrínsecas de Cuba para el rubro, a las que se suman los cubanos, dotados de una gracia especial, conforman un conglomerado más que atractivo, que hoy día va agregando éxitos y adeptos, lo cual ha conllevado a los expertos a referirse al territorio como un "Destino Hot" para los próximos años.

Y si de coincidencias y temperatura se trata, al turismo antillano por estos tiempos le han subido la parada al convocarlo, en su condición de sector estratégico,  a convertirse de hecho, más que de palabras y anuncios, en realmente la locomotora de la economía nacional.