El programa de recuperación agropecuaria en la provincia de Santiago de Cuba se fundamenta y da prioridad a la obtención de mayores rendimientos ante la necesidad de producir más y mejor para dar respuesta a las demandas del mercado interno y potencialidades en rubros exportables.
Aunque los nueve municipios tienen esa responsabilidad, el de Contramaestre -aporta más alimentos en el territorio- es el que asume los retos superiores en inversiones y proyectos del Ministerio de la Agricultura, junto a investigadores, técnicos, especialistas y directivos.
Roberto Hardy, delegado de la rama en esa localidad, mencionó programas para restablecer fortalezas en cultivos varios, granos, frutales y ganado con la urgencia de sustituir importaciones e incrementar las exportaciones, según los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el sector.
Contramaestre pretende convertirse en el municipio granero por excelencia de la provincia; café, maíz y frijol son principales rubros exportables del país y muy demandados por los consumidores internos.
El 2016 debe ser el año de mayor despegue productivo en esos renglones, porque empiezan a materializarse proyectos como Agrocadenas para potenciar la producción de carne y granos con nueve estructuras y la capacitación de productores y demás personal.
PODECOL, financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), incluye cosechadoras, secaderos móviles, sembradoras y otros recursos y tecnologías que incrementarán lo que se realiza en unas 15 mil a 16 mil hectáreas de maíz en secano para producir más de 30 mil toneladas.
Otros benefician la cadena del tomate, siembra, acopio e industria, patrocinado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, y el dedicado al aprovechamiento de la energía renovable en la ganadería, con sistemas de riego que se cargan a partir de rayos solares desde los tanques instalados.
Hardy se refirió a las características del ciclo productivo del café, que no admite ser acelerado, pero se prevé que para 2016 se esté produciendo más toneladas, aunque ya existen modernos equipos para su procesamiento en la Planta Rolando Ayud, de Contramaestre.
Entre las medidas también se suma la capacidad de acción de todos los involucrados en la cadena productiva e industrial, la inclusión en el plan y presupuesto de la economía cada año, así como el cumplimiento de lo que corresponde a cada quien en materia de control, exigencia y sistematicidad para cumplir las metas en la restauración de cultivos.
Sacar provecho de las experiencias y seguir trazando pautas significa priorizar el manejo, diversidad y conservación de los recursos genéticos, las tecnologías de producción agrícola sostenibles, los sistemas agroforestales y el beneficio de las plantaciones.
Se está en una etapa de mayor atención y recursos, comentó Hardy, y se cuenta con la aprobación de un esquema financiero que permite con los ingresos, más la utilización del crédito bancario, acceder al financiamiento para enfrentar los requerimientos de insumos a los productores.
Empresas y unidades de producción se favorecen con esos proyectos, al igual que productores como Hildo Rosales, Jaime Fonseca, Eusebio Valdés y Jorge Maldonado, quienes, incluso, diversifican sus fincas con patios para la cría de aves como patos por la integralidad de su carne.
Al respecto Luis Vinent, presidente de la ANAP en la provincia de Santiago de Cuba, dijo que ya hay cooperativistas y campesinos independientes dedicados a la ceba de vacunos y porcinos y que se espera finalizar el año con la entrega al Estado de carne por esta vía.
Estas y otras acciones de los obreros, cooperativistas y campesinos del sector agropecuario deberán garantizar mayores suministros a la población y serán un valioso aporte ante la imperiosa necesidad de reducir el gasto de divisas en la importación de alimentos, destacó finalmente Vinent.