Guantánamo, 8 oct (ACN) Varios inconvenientes retrasaron la entrevista con el triplista guantanamero Lázaro Martínez Santray, campeón mundial de atletismo bajo techo en Serbia 2022.
En el reciente campeonato del mundo, Tokio 2025, en Japón, sorprendió con medalla de bronce al estirarse hasta los 17.49 metros y se convirtió así en el tercer triplista cubano que alcanza más de una medalla en el atletismo en certámenes del orbe.
Me siento bien con este resultado, muestra del sacrificio de toda una temporada en la que enfrenté lesiones y de ahí a una buena preparación, tuve molestia en mi pierna derecha y el resultado no pudo ser mejor, el objetivo era estar entre los tres primeros lugares y así se logró, comenta vía telefónica, desde La Habana, el espigado atleta de 27 años.
Hace una pausa para responder sobre la rivalidad con el cubano radicado en Portugal, Pedro Luis Pichardo, que logró el oro y el italiano sub campeón, Andrea Dallavalle: aunque mantenemos una buena amistad, en competencia es otra cosa, en estos tipos de eventos nos enfrentamos, en cada certamen se obtiene resultados diferentes y siempre el deseo de uno es ser medallistas, comenta.
El sub campeón de Budapest 2023, en Tokio 2025 se convierte en el tercer triplista cubano que logra más de una medalla en campeonatos del orbe en pista al aire libre
Sobre el valor que para él representa convertirse en el tercer triplista cubano que logra más de una medalla en campeonatos del mundo en pista al aire libre, Lázaro expresó que es muy significativo, es un gran resultado haberse convertido en multimedallista mundial, lo cual ratifica que la escuela cubana del triple salto es una de las mejores del mundo, subraya.
Joven aún, ¿piensas en el XXI Campeonato Mundial de Atletismo de China, 2027 en busca del oro añorado? Esa es la idea, -me dice-, puesto que es la antesala para la preparación de los Juegos Olímpicos de los Ángeles, Estados Unidos 2028 y pienso que con esa mentalidad fue como llegamos a mundiales anteriores.
Acerca de sus entrenadores, considera que en Cuba existe uno de los mejores, como parte de la escuela cubana de saltos y es uno de los pilares en el desempeño en su vida deportiva; gracias a Miguel Guilarte en mis inicios, puedo hoy obtener estos resultados, tanto él como Arnaldo Charadán Portes, son muy buenos entrenadores.
Nativo del reparto Caribe, en la villa del Guaso, Lázaro comenta que es muy querido por la afición y los vecinos: “me di a conocer en 2013 donde fuí dos veces medallista, Campeón Mundial de Cadetes en Donesk, Ucrania y después Panamericano juvenil en Medellín, Colombia y me siento feliz por el calor humano que cada guantanamero siempre me muestra, sé que existen muchos pendientes de mi carrera y atentos a cada una de mis presentaciones en competencia.
Y terminamos con su mensaje a la afición cubana: “hay que tener mucha paciencia en la vida, porque para lograr ciertos resultados y entrar en una élite, lleva una vida de sacrificio y mucha motivación”.